El exconsejero de Presidencia y portavoz de la Generalitat Francesc Homs en una imagen de archivo / EFE

El exconsejero de Presidencia y portavoz de la Generalitat Francesc Homs en una imagen de archivo / EFE

Política

Francesc Homs: “Me han dejado tirado”

En el sumario por el 1-O aparece una conversación telefónica del 'exconseller', molesto y decepcionado con la cúpula del PDeCAT

13 noviembre, 2017 00:00

El día 31 de julio, Francesc Homs llamó a través de su teléfono móvil particular a su amigo Carles Viver Pi-Sunyer, el expresidente del comisionado para la transición política de Cataluña. La llamada se produjo a las 20 horas, siete minutos y 18 segundos.

Desde principios de año, Viver Pi-Sunyer estaba siendo investigado por el juez de instrucción número 13 de Barcelona, José Antonio Ramírez. El magistrado lo hacía junto al exjuez Santi Vidal, por manejar datos personales ilegales cara al referéndum del día 1-O.

Pinchado por la Guardia Civil

El exconsejero de Presidencia y portavoz de la Generalitat no debió suponer que aquel ultimo día de julio el teléfono particular del prestigioso jurista estaba intervenido por la Guardia Civil.

La Unidad Órganica de la policía judicial de la cuarta zona de la Guardia Civil de Barcelona pidió al juez la intervención del celular de Carles Viver Pi-Sunyer. Lo hizo a través del oficio número 387 fechado el día 3 de julio. El juez ordenó el pinchazo telefónico (con el beneplácito del fiscal) el día 7 de julio y, 24 días después, el 31, los agentes del Instituto Armado escuchaban al sospechoso hablar con Francesc Homs, a quien el Tribunal Supremo había condenado a un año de inhabilitación cuatros meses antes. Fue por prevaricación por su implicación en el 9N. 

Homs, decepcionado

En aquella conversación, Homs se mostraba abatido, quejoso, enfadado y entristecido con sus compañeros de partido. “Me han dejado tirado, Carles, tirado”, le dijo en más de una ocasión. Homs se refería a la cúpula del PDeCAT con cuyos líderes no se sentía identificado, según sugirió. 

Homs le da a entender a su amigo, en una conversación en la que se evidenciaba la confianza que se profesaban uno a otro, que desde la sentencia del Supremo de marzo, “me han dejado sólo, apartado”.