Jordi Turull, secretario general de Junts, en un acto de partido

Jordi Turull, secretario general de Junts, en un acto de partido Europa Press

Política

Jordi Turull

25 agosto, 2024 00:00

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Junts se encamina hacia su congreso de otoño, que será una de las citas políticas del curso en Cataluña. Y el partido neoconvergente lo hace secuestrado por la histriónica figura del expresident catalán doblemente fugado, Carles Puigdemont

En estos momentos, la segunda fuerza electoral en Cataluña no solo ejerce su posición de --valga la redundancia-- de oposición responsable, sino que sigue maniatada a la estrategia tóxica del ex jefe del Ejecutivo autonómico huido, que aboga por una confrontación que la mayoría de los ciudadanos, urnas mediante, han demostrado que no quieren. 

Desde esa posición, no es que Junts no sea capaz de influir, es que se está encaminando hacia una situación de aislamiento, al menos en el plano institucional. 

Y en esta partida tiene mucho que decir Jordi Turull. El secretario general de la fuerza nacionalista debería avanzar hacia posiciones como las del expresident Quim Torra, que ha pedido nuevos liderazgos en el soberanismo. En estos momentos no los hay, pero en ERC, por lo menos, se librará cierto debate táctico y de fechas. 

En Junts, ni eso. La formación sigue siendo rehén del prófugo, y en esa tesitura no hay avance posible para ser una herramienta útil para los catalanes. Turull debería reflexionar. Aún tiene meses para hacerlo.