Ómnium Cultural se allana en el debate de la investidura en su enésimo choque con la ANC
Miembros de la entidad de Lluís Llach critican que los de Xavier Antich no se 'mojen' para evitar que ERC apoye la investidura de Salvador Illa
29 julio, 2024 00:00Las elecciones autonómicas del pasado 12 de mayo dieron una victoria histórica en votos y escaños al PSC, a la vez que dejó más tocado que nunca al movimiento independendentista. La crisis que atraviesan Junts y ERC, que están lejos de hacerse con el poder en la Generalitat, también ha golpeado a las entidades secesionistas que, desde hace años, han visto enfriar sus relaciones a medida que sus visiones estratégicas se distanciaban.
Por tanto, no es de extrañar que, con motivo de las negociaciones entre republicanos y socialistas para la investidura de Salvador Illa, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural estén haciendo frente a su enésimo cisma.
El eterno 'pique' entre ANC y Òmnium
Las dos organizaciones difieren sobre el camino que deben seguir los partidos independentistas para movilizar y recuperar el electorado descontento tras años de promesas incumplidas por parte de sus dirigentes. Mientras Òmnium se ha posicionado tradicionalmente en el lado de Esquerra, la ANC ha optado por "subordinarse" a los intereses de Junts, expresan algunas voces cercanas, que destacan el papel de Lluís Llach como presidente de la entidad. Es una realidad que el cantautor está haciendo más campaña en contra de los socialistas que el propio Carles Puigdemont.
En declaraciones a este medio, dirigentes cercanos a la ANC lamentan que Xavier Antich no se haya posicionado en contra de que la dirección de ERC avale la elección de Illa como president de la Generalitat. "El pique existe", aseguran los mismos que critican la "tibieza" de Òmnium en las últimas semanas.
¿Por qué Òmnium no se 'moja' sobre la investidura?
Desde el otro lado, en cambio, creen que no vale la pena mojarse en este debate "porque tiene socios transversales", algunos incluso partidarios de que Cataluña no quede bloqueada y abocada a una repetición electoral el 13 de octubre. Saben que volver a las urnas no solo no resucitará al movimiento independentista, sino que podría hacer crecer todavía más las posibilidades del PSC.
No se prestarán nunca a hacer de palo que golpee a ERC. Es más, las fuentes conocedoras aseguran que Òmnium "celebrará cualquier tipo de hecho político" de los republicanos que puedan vender "como éxito nacional". Esos son, "financiación, cesión de alguna competencia o cuestiones de lengua", advierten.
La ANC, al servicio de Puigdemont
En el actual contexto político, las dos entidades de la sociedad civil "cohabitan" representando a los intereses de los principales partidos, aunque en el caso de la ANC obedecen a las conveniencias de un solo líder: Carles Puigdemont. Es el fugado quien maneja los hilos desde Bruselas y maniobra para convertir a la entidad en una extensión de Junts.
De ahí que, según han explicado a este medio, el expresidente de la Generalitat haya encargado a Llach la celebración de "asambleas territoriales" en las que preparar a los socios de cara a su "inminente regreso" y posible detención. Y es que cabe recordar que Puigdemont todavía no cuenta con las garantías de no ser arrestado al pesar sobre él una orden de detención por la malversación del 1-O por parte del Tribunal Supremo.
Con el exdiputado de Junts pel Sí al frente de la organización que antaño funcionó como lobby, Puigdemont se garantiza el control del mensaje que se debe trasladar a su electorado y que debe estar orientado a ejercer presión sobre una Esquerra Republicana que está ultimando los flecos del acuerdo con el PSC.
Falsa unidad para la Diada
Pese a la distancia que les separa, los miembros de ANC y Òmnium se han dejado ver para presentar las iniciativas de la Diada, que este año repartirá sus manifestaciones por toda Cataluña para camuflar una evidente desmovilización del independentismo. Atrás quedan los tiempos en los que se podían vivir movilizaciones multitudinarias en Barcelona. "Debemos estar todos, no esperéis que os vengamos a buscar. Volvamos a las calles con determinación y unidad", expresó Llach en una rueda de prensa. También Antich reclamó "un frente común para volver a demostrar que el independentismo es fuerte, transversal, inteligente y maduro estratégicamente".
Pero es una unidad ficticia, aseguran quienes conocen a los líderes de ambas organizaciones. Son conscientes de que el votante independentista necesita ver "cierto consenso" y dar una "imagen de superación de las peleas" para evitar costes electorales. En este marco hay "aproximaciones y cierto entendimiento", pero todavía recelos. Especialmente, en la estrategia para la investidura.