El jefe de Mossos sostiene que el asalto de Tsunami Democràtic al aeropuerto de Barcelona fueron "desórdenes públicos", pero no terrorismo

El comisario Eduard Sallent, jefe de los Mossos d’Esquadra, no aprecia el delito de terrorismo que el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, pretende imputar a los organizadores de Tsunami Democràtic por el asalto al aeropuerto de Barcelona en 2019.

Sallent, que en aquel momento era el jefe de Inteligencia de la policía autonómica, ha recordado en una entrevista en Cafee d’Idees, de RTVE, que hicieron un atestado que entregaron al instructor de un juzgado de El Prat de Llobregat y que, en aquel momento, la autoridad judicial no apreció el delito que ahora ve García Castellón. 

Ni los juristas se ponen de acuerdo

Pese a que Sallent ha incidido en que no son los Mossos d’Esquadra los que tienen que cualificar si los hechos son constitutivos de un delito, lo que se observó aquel día, de forma "objetiva", fueron “desórdenes públicos importantes y perfectamente acreditados”. De hecho, el comisario ha dejado caer que ni el propio fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo aprecia un delito de terrorismo. “Entiendo que las consideraciones jurídicas son divergentes entre los propios juristas que llevan esta causa”, ha zanjado intentando esquivar la polémica.

Sobre la posibilidad de que un agente de Mossos d’Esquadra hubiese filtrado información sobre los dispositivos policiales a los organizadores de Tsunami Democràtic bajo el nombre Xuxu Rundinarie, el comisario se ha mofado de “un sobrenombre muy poco serio”. “Veremos qué resuelve la causa penal y la investigación de la Guardia Civil y, sobre lo que se acredite, tomaremos las medidas pertinentes”. 

Espías de todo el mundo en Barcelona

También se ha pronunciado sobre la intención del Major de los Mossos, Josep Lluis Trapero, de denunciar ante los tribunales un presunto intento por parte del Ministerio del Interior para vincularlo una trama de narcotráfico durante el gobierno de Mariano Rajoy. “Confío en que esto comporte luz sobre qué pasó y cómo pasó” ha expresado Sallent, que ha confesado que su relación con el Major es meramente “profesional”. 

Sobre la presencia de siete espías rusos en Barcelona durante el procés, entre marzo de 2014 y diciembre de 2019 (etapa en la que tuvieron lugar los dos referéndums secesionistas), Sallent no lo ha desmentido. “Es normal que haya movimientos de espionaje de todo el mundo en Barcelona, es una ciudad cosmopolita también en eso”, ha expresado. No obstante, ha recordado que la Audiencia Nacional archivó la causa judicial al respecto al no apreciar indicios de delito.