Aragonès insiste en completar el mandato y hace un gesto para conciliarse con ERC
El nombramiento de Laura Vilagrà y Sergi Sabrià no es sólo un premio a su lealtad, sino una operación para reforzar el gobierno en un momento tan frágil como decisivo
24 enero, 2024 00:00Noticias relacionadas
Contra todo pronóstico, las elecciones catalanas podrían celebrarse a principios de 2025 y consagrar esta legislatura como una de las más duraderas de los últimos años. En una rueda de prensa no exenta de expectación, un Pere Aragonès recién ungido como candidato de ERC ha insistido en su voluntad de agotar el mandato pese a las amenazas que planean en el horizonte, como un verano marcado por la emergencia de la sequía.
El ascenso de Laura Vilagrà -una de sus principales confidentes y, más importante, la interlocutora principal del ministro Félix Bolaños en la Generalitat- al cargo de vicepresidenta no es sólo un premio a su lealtad, sino una operación para reforzar el gobierno en un momento tan frágil como decisivo. Con la negociación de los Presupuestos de la Generalitat asomando en la próxima esquina y un electorado independentista que contempla con escepticismo las negociaciones de los republicanos con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Mientras, el expresident de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, redobla la presión y se propone someter los socialistas a un calvario constante cada vez que se produzca una votación en el Congreso de los Diputados.
Un perfil más político
No es un secreto que al Govern de Aragonès le ha faltado empuje en los últimos meses, y que las escasas prebendas obtenidas en sus negociaciones con Sánchez no han lucido lo suficiente ante los votantes independentistas. La mayor prueba es que el PSC sigue disparado en las encuestas y que el relato de que Junts negocia mejor que ERC parece haber calado en la opinión pública. La figura emergente de Vilagrà pretende dar un tono "más político" al resto del mandato para hacer frente a estos desafíos, tal y como ha reconocido el propio president.
Pero también tendrá un rol decisivo Sergi Sabrià, quien como viceconsejero de Estrategia y Comunicación tendrá como misión retener a toda costa la hegemonía de los republicanos en el espacio independentista, después de que en las últimas elecciones autonómicas Junts saltara de la segunda posición de 2017 a un pobre tercer puesto con Laura Borràs como candidata.
Aragonès se prepara para las elecciones
Sabrià ha ejercido como fontanero a lo largo de un mandato difícil y su nuevo cargo pretende aumentar su poder en la Generalitat para que la acción del Govern esté completamente al servicio de la estrategia electoral del partido. Un objetivo partidista que, no obstante, Aragonès ha negado rotundamente durante su rueda de prensa.
Además, el fichaje de Sabrià tiene una importante lectura a nivel orgánico en ERC. Se trata de un movimiento para evitar “posibles fugas” de apoyo hacia “liderazgos alternativos”, aseguran algunas voces a Crónica Global. Es decir, que Aragonès es el candidato, pero no se librará de la bicefalia que viene sufriendo la formación en los últimos años con motivo de la creciente influencia de Oriol Junqueras.
Bicefalia en ERC
Esta misma semana, el president asumió que Junqueras “seguiría estando”, y ahora se confirma el ascenso a viceconsejero de Sabrià, uno de los dirigentes más cercanos a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, fugada en Suiza por su relación con el referéndum ilegal del 1-O. Ambos, Sabrià y Rovira, compartieron filas en el Parlament: él ejerció como portavoz del grupo parlamentario mientras ella lideraba dicho grupo.
Además, el nuevo viceconsejero es un “pata negra” de la etapa de Oriol Junqueras al frente del partido, lo que mantiene tendidos los puentes entre éste y Aragonès.
Con todo, el nuevo Govern está diseñado para ganar las elecciones catalanas, pero también para ganar espacios en ERC.