Junts y ERC aprietan las tuercas a Sánchez: tras la amnistía, ahora piden el referéndum
- Las formaciones secesionistas se muestran desafiantes con el PSOE y el presidente del Gobierno y le advierten de que la legislatura no tendrá continuidad si no cumple todas sus exigencias
- Los posconvergentes dan por hecho que, con su discurso en el Congreso, Pedro Sánchez suscribe y ratifica su compromiso de cumplir íntegro el acuerdo firmado con los socialistas, incluido el reconocimiento de Cataluña como "nación"
Los partidos secesionistas catalanes van superando etapas y aumentando a cada paso sus exigencias a cambio de apoyar al actual Gobierno socialista. Por ahora, con notable éxito para sus intereses. Después de haber obtenido los indultos a los mandatarios encarcelados por el referéndum ilegal en junio de 2021, la derogación del delito de sedición y la rebaja de las penas por malversación en el Código Penal en noviembre de 2022, y un año después, la proposición de ley de amnistía para todos los encausados del procés, ERC y Junts per Catalunya se marcan ahora, y al unísono, su siguiente objetivo: que el Ejecutivo español se preste a celebrar un referéndum de "autodeterminación" en Cataluña.
Así lo anunciaron este miércoles los portavoces de ambas formaciones -Gabriel Rufián y Míriam Nogueras- tras escuchar en el Congreso de los Diputados el discurso del candidato a la presidencia Pedro Sánchez (PSOE), quien necesita los 14 votos de estas dos formaciones para ser investido. Ambos dieron por hecho ese apoyo aunque, eso sí, recurriendo al habitual tono áspero, bronco y desafiante que les caracteriza. Y con continuas advertencias de que, en caso de incumplir sus exigencias a lo largo de los próximos cuatro años, le dejarán caer.
Unas advertencias que empezaron ya por la mañana, cuando Gabriel Rufián (ERC) proclamó ante los medios que "más allá de la amnistía, también hay que hablar de votar, de referéndum, de que la gente pueda decidir el estatus político de Cataluña frente a una urna".
Rufián, desafiante: "No se la juegue"
Horas después, en su discurso parlamentario, Rufián redobló su desafío al candidato socialista, quien no pudo ocultar su cara de sorpresa ante el cariz chulesco de su discurso. "¿Ve alguna alternativa a nosotros y nosotras? ¿Ve a Albert Rivera, a Inés Arrimadas? No, ¿verdad? No se la juegue. No se la juegue", espetó el diputado secesionista, alardeando de querer "la independencia de Cataluña", que es "mi país".
Nogueras da por reconocido el "conflicto entre Cataluña y España"
Más dura, si cabe, fue la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, quien celebró que "la parte española" acepte "por primera vez el relato" de la existencia de un "conflicto entre dos naciones", es decir "entre Cataluña y España".
"El conflicto entre Cataluña y España tiene raíces profundas y se remonta al Decreto de Nueva Planta", con el cual, según ella, "Cataluña perdió sus derechos históricos", en 1714.
Nogueras recurrió al argumentario del ultranacionalismo radical, según el cual la soberanía y el ámbito de decisión de Cataluña debe recaer exclusivamente en su Parlamento regional. Y es que, según enfatizó, el acuerdo entre Junts y PSOE establece que "el único límite es el Parlament, que es el representante legítimo del pueblo de Cataluña". Una reivindicación que aderezó con otras similares como, por ejemplo, la exigencia de que Cataluña participe "de forma directa en organismos internacionales".
"Con nosotros no tienten a la suerte"
Al igual que Rufián, la diputada posconvergente se mostró retadora con Sánchez: "Con nosotros no tiente a la suerte, porque no le funcionará". Y le instó de forma directa a responder la pregunta de "si está dispuesto a atender el problema de Cataluña de forma directa, tal como está firmado". Es decir, como un "conflicto" entre "dos naciones", que debe "acabar con la judicialización" y culminar con un "referéndum de autodeterminación". Cuestiones que, en su opinión, generan un "gran consenso" en Cataluña.
En caso de no ser así, añadió, Junts "no apoyará ninguna iniciativa" que surja del Gobierno, sea cual sea: "La estabilidad de la legislatura queda sujeta al cumplimiento de ese acuerdo: el reconocimiento nacional de Cataluña, con referéndum de autodeterminación", y la "cesión a la Generalitat del 100% de los impuestos" que se recaudan en Cataluña. "¿Cumplirá todos estos puntos?", insistió.
Sánchez se compromete "a cumplir el acuerdo"
En su respuesta, Sánchez le respondió que "cuente con el compromiso de nuestro Gobierno de cumplir el acuerdo", aunque matizó que existen diferencias entre ambos partidos, sin entrar en detalles. Algo que pareció satisfacer y dar por bueno la portavoz de Junts en su contrarréplica.
Hasta la fecha, los socialistas han rechazado celebrar un referéndum en Cataluña al considerar que incide "en el camino de la ruptura y la división", según han expresado varios de sus dirigentes en público.
A tenor de lo visto, al líder del PSOE le espera una legislatura tortuosa, marcada por las continuas presiones y salidas de tono de sus aliados republicanos y posconvergentes. Como muestra, otro botón: por la tarde, y antes de su intervención, la propia Nogueras le transmitió al número tres de los socialistas, Santos Cerdán, su malestar por el discurso "perdonavidas" de Sánchez para justificar la amnistía. Y es que, a su juicio, apeló al "perdón" al secesionismo, en vez de reconocer una "injusticia".
Dos partidos insaciables
Pedro Sánchez será elegido por tanto presidente este jueves -salvo sorpresas inesperadas- con los votos a favor de ERC y Junts. Dos partidos insaciables a los que tampoco les bastan otros acuerdos alcanzados tras las elecciones del 23J, como el traspaso total de la red de Cercanías (Rodalies) de Renfe a la Generalitat, o la condonación de 15.000 millones de euros de la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), entre otras cesiones. Lo cual no es nuevo, pues en su día tampoco les parecieron suficientes los indultos ni la reforma del Código Penal a medida que se les concedió en la pasada legislatura.
Sea como fuere, gran parte de sus exigencias de los últimos años han acabado hasta ahora haciéndose realidad, incluso después de que tanto el propio Sánchez como dirigentes del PSOE y del PSC las negaran y descartaran. Así ocurrió con los indultos, justificados por los socialistas con el pretexto de que contribuirían a "recuperar la convivencia en Cataluña"; con la derogación de la sedición, con el argumento de "adaptarse a la legislación europea"; y ahora, con la amnistía, aduciendo un supuesto "reencuentro total" con el nacionalismo que, por el momento, sólo se ha traducido en crispación, rechazo social y numerosas movilizaciones de protesta en todo el país.
Vista puesta en las autonómicas
Otra derivada de la sesión parlamentaria de este miércoles fue la visualización de la eterna batalla entre republicanos y posconvergentes por la hegemonía de un movimiento, el secesionista, cada vez menos numeroso y más dividido. En este sentido, no faltaron reproches entre sus dirigentes, quienes se acusaron mutuamente y de forma velada de haber defendido más y mejor los derechos de los catalanes en Madrid.
No en vano, ERC y Junts ya tienen la vista puesta en las elecciones autonómicas de Cataluña, que previsiblemente se celebrarán en febrero de 2025. El miedo a ser tildados de botiflers -"traidores"- por sus propias bases pesa en el ánimo de sus mandatarios, después de haber alimentando la radicalidad nacionalista durante años. Ahora parecen redoblar esa apuesta, pactos con el Gobierno mediante.