El giro xenófobo de Borràs provoca su ruptura total con Puigdemont
La neoconvergente lo fue todo con la bendición del prófugo: consellera, líder del partido en el Congreso, candidata a la Generalitat, presidenta de la Cámara catalana y también de Junts
13 enero, 2024 00:00Noticias relacionadas
Carles Puigdemont y Laura Borràs ya no se llevan. Tiempo atrás, el expresident de la Generalitat fugado y la expresidenta del Parlament tuvieron una relación basada en la confianza e, incluso, en la admiración. La neoconvergente lo fue todo con la bendición del prófugo: consellera, líder del partido en el Congreso, candidata a la Generalitat, presidenta de la Cámara catalana y también de Junts -un cargo que aún ostenta-.
Puigdemont, que vivía en el ostracismo de Waterloo, siempre encontró en la dirigente una aliada para imponer sus tesis en Junts y perdurar en los discursos públicos del partido, en los que se ha reivindicado de manera constante el legado del 1 de octubre y la vía unilateral a la secesión, además de la figura de un expresident falsamente exiliado. Es decir, que ambos han compartido coordenadas ideológicas e intereses en los juegos de poder de la siempre compleja Junts.
Las relaciones son "inexistentes"
Pero ahora la situación no puede ser más diferente. Algunas fuentes confirman a Crónica Global que “las relaciones entre Borràs y Puigdemont son inexistentes”. Al eurodiputado se le puede acusar de muchas cosas, "menos de ingenuo" en los temas orgánicos. Es por ello que ha comprobado que Borràs "está acabada” y que "no le aporta nada" para sus designios de volver a ser cabeza de cartel en las europeas y mantener su influencia en el grupo del Congreso y del Parlament de Cataluña.
La realidad es que Puigdemont no quiere seguir alimentando su relación con Borràs y su círculo, que “cada vez pinta menos”, como se ha visto en las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez o de los polémicos decretos anticrisis. Los motivos son varios: desde su caso de corrupción, pasando por las denuncias por "acoso por razón de género" desde su círculo -como Aurora Madaula o Cristina Casol-, hasta declaraciones polémicas con tintes xenófobos como las que lleva tiempo pronunciando y que se asemejan en exceso a las de Sílvia Orriols.
En las últimas horas, a raíz del acuerdo de Junts con el Gobierno en materia de inmigración, Borràs ha pronunciado uno de los discursos más xenófobos y que se acercan peligrosamente al de la alcaldesa de Ripoll, pidiendo el control de las fronteras porque "Cataluña recibe un flujo migratorio superior a la población que representa del conjunto del Estado". Y, según fuentes, ha sido considerado como un "exceso" que alimenta las comparaciones con la trumpista.
Puigdemont se alinea con Turull
A diferencia de en los asuntos públicos catalanes, a nivel orgánico, Puigdemont “tiene un punto de sentido común” y ha decidido alinearse con el hombre bisagra: Jordi Turull, que hace equilibrios entre las familias del partido y quiere encarrilar a Junts para que sea más reconocible a nivel ideológico y que tenga más implantación institucional a través de negociaciones y pactos.
El apoyo de Puigdemont a Turull para engrasar la maquinaria de Junts podría tener consecuencias en el futuro liderazgo del partido. La primera piedra se pondrá en el Consell Nacional que la formación celebrará este sábado en El Morell (Tarragona). A nadie se le escapa que el secretario general es uno de los nombres que suenan para ser cabeza de cartel en las autonómicas en caso de que Puigdemont se conforme con continuar en Bruselas -y que la situación judicial del propio Turull lo permita-.
En caso negativo, el hombre comodín podría ser Josep Rull, quien ha compartido confidencias con Turull, ya que fueron compañeros de prisión tras la sentencia del procés.
Con todo, el Puigdemont más “purista” en lo ideológico está abriendo paso al más pragmático, al decantar la balanza hacia un Jordi Turull que ha sido decisivo en los últimos días en cuestiones tan complejas como la negociación sobre la competencia en inmigración con el Gobierno de Sánchez. No cabe duda de que el expresident fugado, antes que radical o independentista, "es inteligente", dicen las fuentes que lo conocen. Y se acerca al lado ganador.