El candidato de JxCat a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, y el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas
Puigdemont enfada a los pragmáticos de Junts al exigir a Sánchez que multe por la ‘fuga de empresas’
- El sector moderado asegura que la propuesta no se ha planteado en la ejecutiva y ha sido 'cocinada' desde Bruselas
- Dicen que se trata de una idea “poco sensata” y que les aleja del espacio político que “se ha caracterizado por el seny, la negociación y la cercanía del tejido empresarial”
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Hace años que la brújula ideológica de Junts no señala ni el norte ni el sur, pero su última propuesta de multar a las empresas que no vuelvan a Cataluña como condición para apoyar los decretos del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido una “ocurrencia” que ha levantado ampollas entre dirigentes de la antigua Convergència. O lo que es lo mismo, entre el sector pragmático de la formación.
Estas agudezas han sido constantes en los últimos años, desde que el partido se dejó contaminar por la influencia de los antisistema de la CUP -tras mandar ésta al expresident de la Generalitat, Artur Mas, a la "papelera de la historia"-. Algo que ha ocurrido bajo los liderazgos de Carles Puigdemont, ahora fugado, Quim Torra y Laura Borràs.
El 'expresident' catalán fugado, Carles Puigdemont, en una comparecencia anterior
Un camino inadecuado
Aún así, la propuesta que ha anunciado la formación en boca de su portavoz, Josep Rius, ha sorprendido y sentado como un jarro de agua fría en los círculos políticos naturales de Convèrgencia. Más aún teniendo en cuenta que, en los últimos meses, el partido estaba reorientando su estrategia hacia posiciones más pragmáticas y moderadas. Primero, con el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez y, después, con la creciente influencia del sector moderado liderado por Jordi Turull, que está en las antípodas del núcleo de Laura Borràs.
En declaraciones a Crónica Global, este sector censura que el camino planteado por Junts en el Congreso no es el adecuado para volver a tener una marca sólida y reconocible ante el electorado catalán. Para empezar, critican que las caras visibles de Junts en Madrid no hayan presentado el tema en la ejecutiva de la formación, un anuncio cocinado por el prófugo, que dirige a los suyos desde Bruselas y a la espera de que pueda regresar con la aprobación de la ley de amnistía.
Mas y Trias la rechazan
Consideran que se trata de una propuesta “poco sensata”, que les aleja del espacio político que “se ha caracterizado por el seny, la negociación y la cercanía del tejido empresarial”. Pero no sólo lo reconocen en privado a este medio, sino también en público. Entre otros, el propio Artur Mas ha mostrado su escepticismo sobre esta medida: “Me gustaría saber exactamente cómo lo han planteado. Lo que estoy seguro es que Junts no condiciona la aprobación de todo a este tema en concreto”, apuntó en una entrevista el martes en Ràdio 4.
El expresidente de la Generalitat Artur Mas / EP
En la misma línea se ha pronunciado el exalcalde de Barcelona Xavier Trias, que sigue siendo muy influyente en el partido, especialmente entre los moderados, y que en estos momentos está siendo decisivo en las negociaciones con el PSC para un pacto de gobierno con Jaume Collboni. “No estoy de acuerdo con sancionar a empresas, tampoco premiarlas”, ha dicho en declaraciones a El Periódico.
Sea como sea, habrá que ver si la voz de importantes dirigentes de la antigua Convergència es suficiente para que Junts recapacite o si, finalmente, la formación da la espalda a su “tradición económica” y a los círculos de influencia que le permitieron, en su día, gobernar Cataluña durante años.
