El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el Parlamento Europeo
Puigdemont se debate entre la comodidad de Bruselas y probar suerte en las autonómicas
El fugado se siente bien en Bélgica, cobrando un elevado sueldo como eurodiputado de Junts, y cree estar dando visibilidad internacional al secesionismo catalán
14 diciembre, 2023 00:00Noticias relacionadas
El martes tuvo lugar el pleno de la amnistía en el Congreso de los Diputados con el que se activó el reloj para que el expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, pueda regresar a España. Pero eso sucederá solo si él así lo desea.
Contra todo pronóstico, fuentes cercanas al dirigente de Junts aseguran que se siente bien en Bruselas y que desea repetir como cabeza de cartel de la formación en las elecciones europeas de junio de 2024. Es decir, que Puigdemont está “cómodo” como eurodiputado, cobrando un sueldo “excelente” en una arena política en la que se mueve “como pez en el agua” dando visibilidad a la “lucha independentista” a nivel internacional.
Bruselas, el retiro dorado
A nadie se le escapa que Bruselas es el retiro dorado de la política por excelencia. Y si bien Puigdemont no tiene intención de jubilarse ni en el corto ni en el medio plazo, no ve clara una operación regreso a Cataluña para ser el candidato de Junts en las próximas elecciones catalanas, si es que los plazos de la amnistía acompañaran y pudiera presentarse a tiempo.
Por un lado, porque Junts no las tiene todas consigo. En la anterior convocatoria, la candidatura encabezada por Laura Borràs quedó en tercer puesto, tras PSC y ERC, y si bien el partido resistió con dignidad en las elecciones generales de julio al empatar con los republicanos en número de diputados, hace tiempo que vienen sufriendo una época de vacas flacas.
El expresidente de la Generalitat, Quim Torra, y la presidenta de Junts, Laura Borràs
Inmersos en una crisis interna tras las turbulencias del caso Borràs y los rifirrafes de la vicepresidenta Aurora Madaula con los turullistas, la maquinaria electoral de los neoconvergentes no está lo “suficientemente engrasada” como para poner a Puigdemont a los mandos y poder vencer al president Aragonès y a un Salvador Illa “disparado” en las encuestas.
Miedo a recibir de su propia medicina
Por otro lado, y no menos importante, está el “miedo paralizante” de Puigdemont a regresar a Cataluña renunciando a la comodidad de Bruselas para acabar siendo tildado como botifler por haber pactado la amnistía con el PSOE.
Así, el expresident fugado tendría miedo de recibir de su propia medicina tras años atormentando a ERC por sus pactos con Pedro Sánchez y, ahora, convertirse en víctima de las soflamas de la ANC, Òmnium y demás entidades independentistas, siempre implacables a la hora de ajusticiar a los partidos por no ser fieles a la hoja de ruta secesionista.
En Bruselas, una plaza más agradecida, Puigdemont ya está asentado y no ha de enfrentarse a “juicios morales” ni a la deshonra de acabar como “presidente de grupo” en el Parlament después de haber sido el "president de la Generalitat del referéndum y de la DUI".
Las alternativas a Puigdemont
Con todo, sólo dará un paso al frente si es “presionado” por su partido, si los plazos de la amnistía lo permiten y, no menos importante, si las encuestas acompañan. Y es que no está dispuesto a dilapidar su reputación y su “capital político” poniendo la cara en el cartel para recibir un duro correctivo electoral por el confuso papel de Junts durante los últimos años.
El exconseller de Territorio, Josep Rull
En caso de que no quiera repetir como candidato, el partido dispone de otras alternativas como el exconseller de Territorio Josep Rull, quien además fue preso en Lledoners y está en las antípodas de Laura Borràs, cuyas tesis “se van agotando” en Junts.
Veremos si, finalmente, Puigdemont elige seguir como eurodiputado en Bruselas o prefiere lanzar los dados en el tablero político catalán.
