Los ‘turullistas’ se imponen en Junts por la crisis de Madaula y avanzan en el control del partido
- La comisión de garantías se da diez días para decidir si se debe castigar a la diputada por declarar que en su partido hay “violencias silenciosas”
- La abogada Magda Oranich, presidenta del órgano disciplinario interno, se habría “autoexcluido” de la investigación
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Aurora Madaula podría tener los días contados como secretaria de la Mesa del Parlament. Está en la cuerda floja desde que el pasado 24 de noviembre denunció “violencias silenciosas” por parte de “compañeros y compañeras”, coincidiendo con un pleno por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Sus palabras sentaron como un jarro de agua fría entre las filas de Junts per Catalunya (JxCat) al considerarlas una “traición” por parte de quien ostenta uno de sus cargos más cotizados.
Tal y como explicó este medio, una veintena de diputados presentaron un escrito ante la Comisión de Garantías del partido, que se ha dado un plazo de diez días para decidir qué hacer con ella. A estas denuncias se ha sumado la sección de feminismos.
Pero no es el único movimiento. La presidenta de la Cámara autonómica, Anna Erra, citó a Madaula a una reunión el jueves por la mañana, en la que le pidió que reflexionase sobre su continuidad en la Mesa, sin éxito.
Esta maniobra no ha sido casual. Y es que cabe recordar que la exalcaldesa de Vic, conocida por sus soflamas independentistas, es una de las personas más afines y leales al secretario general de Junts, Jordi Turull. La definen como una “turullista de toda la vida” que “no tiene miramientos” a la hora de actuar si él se lo pide.
El sector de Borràs pierde fuelle
Fuentes del partido no esperaban que fuera Turull quien moviese un dedo para atajar la crisis. “Su moderación hará que sean otros los que intenten cortar cabezas”, expresaban. Y así ha sido. Lo ha hecho a través de Anna Erra, quien ya presiona a Madaula para que "reflexione" y abandone su cargo en la Mesa, algo que la secretaria segunda ya ha descartado públicamente.
Más que por un interés personal, lo que pretende es evitar que el sector de Laura Borràs salga perjudicado al perder cuota de poder y visibilidad. Hoy por hoy, los afines a la expresidenta del Parlament se limitan a un círculo muy reducido integrado por Aurora Madaula, Jaume Alonso Cuevillas, Cristina Casol y Francesc de Dalmases, quienes "no representan a más del 30% de la militancia”, aseguran las mismas voces, que dan por hecho que los pragmáticos y el sector de Jordi Turull se impondrán en el control del partido. No obstante, este resurgir convergente se cocina a fuego lento.
Consecuencias de la investidura
Según dicen, “Turull tiene controlado el partido de arriba abajo, pero para no iniciar guerras internas estériles, se le ha dado mucha bola al sector de Laura Borràs”. Una vez superada la investidura de Pedro Sánchez y sin elecciones en el horizonte -las más cercanas son las europeas, en primavera- “quizás sea el momento ahora de cortar alguna cabeza”, agregan.
Otros interlocutores de Junts señalan la grieta en el partido que generó la votación a favor de investir a un presidente del PSOE. No tanto por la valoración que hacen las agrupaciones locales de Sánchez, sino porque los dirigentes territoriales se sienten traicionados por el cambio de rumbo en la política de pactos.
Pérdida de poder territorial
Puigdemont frustró los acuerdos para que los neoconvergentes ocupasen las presidencias de las diputaciones de Tarragona y Lleida y se quedasen como único socio de gobierno en Barcelona por evitar acuerdos públicos con el PSC. Mantuvo el cordón sanitario al partido de Salvador Illa para garantizar la pureza independentista a costa de perder poder territorial.
Tan sólo medio año después, la enmienda ha sido mayúscula y ha generado "cabreo", señalan los mismos interlocutores, en los líderes de los territorios afectados. Y, de nuevo, se señala como culpable al sector duro.
Magda Oranich se “autoexcluye”
La valoración de si las palabras de Madaula merecen algún castigo se vehiculará a través de la Comisión de Garantías de Junts. Es decir, el órgano disciplinario interno que preside la abogada Magda Oranich, también considerada turullista y crítica con Borràs, con quien ha mantenido algún rifirrafe a raíz del caso relacionado con el presunto abuso de poder de Francesc de Dalmases, su mano derecha.
Sin embargo, tal y como ha podido saber Crónica Global, la abogada se ha “autoexcluido” de este procedimiento tras darle un like a un mensaje que atacaba a Madaula y que le habría posicionado en una parte del conflicto.
El 'caso Dalmases'
Si bien al partido “no le consta” este distanciamiento de forma oficial, las voces consultadas sí que aseguran que la investigación sobre Dalmases le “desgastó mucho” y, especialmente, las críticas posteriores de un informe demoledor en el que resolvía que el neoconvergente intimidó a la subdirectora del programa Faqs de TV3 por preguntarle a Borràs sobre su caso de corrupción al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).
La propia Oranich reconoció presiones de Borràs mientras redactaba el documento, lo que evidencia la mala relación entre ambas. Por eso ahora apostaría porque fuera otra persona con una trayectoria destacada en el espacio neoconvergente la que asumiera la investigación del caso Madaula.
En diez días se hará pública la decisión del órgano. Está por ver si Madaula aguanta la presión o si, por el contrario, el círculo “tóxico” de Borràs comienza a hacer aguas.