La presidenta de Junts, Laura Borràs, durante su juicio en el TSJC, a 10 de febrero de 2023, en Barcelona
Borràs acepta que no será amnistiada y confía en el indulto
- Si bien Carles Puigdemont trató de incluir a la expresidenta del Parlament como un supuesto caso de 'lawfare', la ley presentada el lunes en el Congreso no es explícita a este respecto
- "Ella no va a ir a la cárcel, pero tampoco habrá prisa en rehabilitarla", señalan fuentes cercanas a la formación
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Pedro Sánchez será elegido presidente del Gobierno el próximo jueves, salvo sorpresas de última hora, tras finalizar el debate de investidura que arrancará el miércoles. La reelección ha tardado en llegar, pero se ha conseguido después de que el PSOE haya pactado la amnistía con unos partidos independentistas que ahora tendrán que hacer pedagogía en sus entrañas por abrir el diálogo con el Ejecutivo de España.
Esa medida de gracia se convirtió, durante días, en el principal escollo para que Junts diese su visto bueno a Sánchez. El expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, se empeñó en que debían verse beneficiados no sólo los implicados en el procés, sino también aquellos dirigentes afectados por lo que considera supuesto lawfare. Entre ellos, su abogado Gonzalo Boye y la presidenta de la formación, Laura Borràs.
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, su abogado, Gonzalo Boye, y el jefe de la Oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, en una rueda de prensa a 25 de septiembre de 2021, en L’Alguer, Cerdeña (Italia)
Cabe recordar que Boye será juzgado por la Audiencia Nacional acusado de un delito de blanqueo de capitales en el marco de la Operación Mito, que supuso el desmantelamiento de la banda del narcotraficante Sito Miñanco. Por su parte, la líder de Junts y expresidenta del Parlament fue condenada por trocear contratos cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).
Borràs o Boye, fuera de la amnistía
Si bien los neoconvergentes trataron hasta el último momento de incluir a Borràs en la amnistía como un caso de supuesto lawfare, la ley presentada el lunes en el Congreso de los Diputados no es explícita a este respecto. No recoge la palabra en sus 23 páginas de redactado. Así, dejaría fuera de su paraguas de protección determinados casos como el de Boye, Borràs o el procesamiento del clan de los Pujol.
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont (i) junto a Jordi Turull (i-fondo) y Laura Borrás (d), entre otros miembros de la cúpula de JxCat, durante una reunión en Bélgica para decidir si valida un acuerdo para investir a Pedro Sánchez Bruselas
La ley habla de amnistiar aquellas personas implicadas en delitos de usurpación de funciones públicas, malversación, desobediencia, desórdenes públicos o prevaricación, pero no contempla delitos como blanqueo, organización criminal o asociación ilícita, el delito contra Hacienda y la falsedad documental.
El TSJC recomendó el indulto parcial
La presidenta de la formación ha insistido por activa y por pasiva en que ha sido condenada por ser independentista. "¿He sido víctima de lawfare? Sí. ¿Debe entrar en la ley de amnistía el lawfare para que sea omnicomprensiva y reparadora? También", expresó en una entrevista el fin de semana en El Nacional. Sin embargo, la neoconvergente ya tiene asumido que no será amnistiada y confía en que su partido reclame el indulto cuando llegue el momento.
De hecho, las fuentes consultadas por este medio recuerdan que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) la condenó a cuatro años y medio de cárcel y 13 de inhabilitación por trocear contratos, a la vez que solicitaba la concesión de un indulto parcial para rebajar la pena a dos años y que no tuviera que ingresar en prisión.
"No habrá prisa en rehabilitarla"
Así, hay quienes vaticinan que Pedro Sánchez "se está guardando la carta del indulto para aquellos que no sean amnistiables". Pero será lento: "Ella no va a ir a la cárcel, pero tampoco habrá prisa en rehabilitarla", aseguran. Y es que, quienes la conocen, la definen como una persona "difícil que puede destruirte sin piedad".
El líder de Junts, Carles Puigdemont, en Bruselas Bruselas
Las fuentes consultadas aseguran que no les sorprende que la propia Borràs haya iniciado una campaña para "dejarse ver" ante un expresident de la Generalitat que le ha quitado "el espacio" dentro de su propio partido y que "se ha ensalzado" con la investidura, tras años sin apenas foco mediático desde Bruselas.
"Se veía la sustituta de Puigdemont", alertan las mismas voces, que creen que la neoconvergente es consciente de que no será amnistiada, pero tiene que hacer su "papel de victimización". El rol que aseguran que adoptará en las próximas semanas y que mantendrá para que un tercero, Junts, solicite la medida de gracia que el nuevo Gobierno estaría en disposición de conceder.
Cuarta lista independentista
Todo ello, mientras prosiguen los rumores sobre la cuarta lista independentista. La configuración de una candidatura con las voces más radicales que consideran una traición que tanto Junts como ERC faciliten la investidura de un presidente socialista y que se erigen como guardianes de las esencias del 1 de octubre de 2017.
La presidenta de Junts, Laura Borràs EUROPA PRESS
Este espacio unificaría los postulados de la actual dirección de la ANC, daría el cobijo que espera la exconsejera Clara Ponsatí (una de las que se beneficiarán de la ley de amnistía si llega a buen puerto) y que, llegado el extremo, incluso tendría espacio para la propia Borràs. Desde su entorno señalan que, llegado el caso, sería un paso coherente con la trayectoria política de la expresidenta del Parlament.
