Dos trabajadores en un andén de Rodalies de Renfe
El traspaso de Rodalies abre la puerta a la privatización
- El Govern intenta aplacar las inquietudes laborales y promete a los trabajadores los mismos derechos
- El acuerdo entre PSOE y ERC para traspasar los trenes y las vías convence a empresarios, pero no a sindicatos
¿Es el traspaso de Rodalies acordado por PSOE y ERC la antesala de una privatización del servicio ferroviario? El Govern trata de aliviar la preocupación expresada por organizaciones como CCOO y Semaf en esta línea y se ha comprometido a mantener una "reunión específica" con los representantes sindicales.
Según avanzan fuentes del Ejecutivo catalán, en el encuentro se explicarán las condiciones concretas del "traspaso de recursos humanos". Aseguran que estos cambios se llevarán a cabo con las "máximas garantías" desde el punto de vista de las actuales condiciones laborales de los trabajadores de Renfe y Adif.
Inquietud sindical y satisfacción empresarial
"El Govern lo tiene claro y lo hemos demostrado con FGC, que es una empresa de capital público", añaden los mismos interlocutores. "La voluntad es que la gestión del servicio sea 100% pública y nuestra voluntad es mantener el sistema de gestión operativa y que sea público", afirman.
Por ahora, el anuncio ha convencido más a la patronal que a los sindicatos. Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, se ha mostrado satisfecho ante el traspaso de trenes, vías y catenarias que exigían tanto el Govern como el empresariado catalán desde hacía años. "El principal beneficiado de este traspaso serán los 300.000 usuarios diarios de Renfe", ha señalado Llibre.
Un tren de Renfe
El Govern tendrá el control del consejo
Una vez se culmine la creación de la nueva empresa pública, la Generalitat tomará el control de Rodalies, aunque compartirá la titularidad con el Estado. El Govern tendrá una participación mayoritaria en el capital y los mismos representantes en el consejo de administración, aunque designará al presidente, que tendrá un voto de calidad en casos de empate en las votaciones.
En cuanto a la gestión de la infraestructura, se espera que sea similar a la de la línea R9, que ya controla la compañía pública Ifercat. Su tamaño es todavía muy reducido, lo que plantea dudas sobre si tendrá una operatividad comparable a la de Adif, aunque en la Generalitat se muestran convencidos de que el dinero que envíe Moncloa les dará la suficiente capacidad de crecimiento.
El Govern controlará tres líneas
Las fuentes del Govern consultadas se han mostrado satisfechas con el acuerdo, que creen que otorga más control a la Generalitat no solo en la gestión ferroviaria, sino en el funcionamiento operativo de la infraestructura, que ha sido más problemático hasta ahora. "Podemos influir y controlar aspectos que afecten al ámbito operacional para conseguir un mejor funcionamiento del servicio", han precisado.
De este modo, se ha pactado el "traspaso integral de la pata económica, operacional y de la infraestructura". Por ahora, la Generalitat solo conseguirá las vías de la R1, R3 y R2 Sud, aunque las mismas voces han indicado que "no es una lista cerrada", sino que sitúa los "límites" a partir de los cuales se seguirá negociando.
Transferencia millonaria
De hecho, se negociará el traspaso de líneas como la R4. Las mismas fuentes explican que "hay que concretar las líneas donde compartimos con mercancías, qué tramos pasarán a la Generalitat y cuáles se quedará el Estado, que serán mayoritariamente los servicios de mercancías".
Las mismas voces de la Generalitat han incidido en que Adif, Renfe, Estado y Generalitat colaborarán para que la red ferroviaria "esté en condiciones". Han añadido que el déficit tarifario de 2022 fue de unos 335 millones de euros, de modo que en los próximos meses se realizará un primer pago de esta cantidad aproximadamente.
