La condena al exconseller de Interior de la Generalitat de Cataluña, Miquel Buch (JxCat), a cuatro años y medio de cárcel y nueve de inhabilitación por los delitos de prevaricación y malversación, por haber contratado como asesor a un sargento de los Mossos d’Esquadra para ejercer en la práctica como escolta en el extranjero del expresident fugado Carles Puigdemont, ha sido utilizada por el independentismo para redoblar su exigencia de una amnistía a los encausados del procés. Lejos de cualquier autocrítica por su obra de gobierno y la gravedad de los delitos atribuidos, tanto desde la formación posconvergente como desde ERC ha habido unanimidad a la hora de expresar de forma airada su rechazo a la sentencia y de presionar públicamente al Gobierno para que este caso, al igual que otros que les atañen, también quede impune.

Tanto es así que, desde Junts, advirtieron de que su exigencia de amnistiar a los condenados y encausados por el procés secesionista la pretenden “cobrar por adelantado”. Así de claro lo dejó su portavoz Josep Rius, apuntando que, en caso de que ésta no se produzca en las próximas semanas, no apoyarán la investidura de Pedro Sánchez (PSOE) como presidente del Gobierno.



Puigdemont amenaza con la unilateralidad

Más vehemente aún se mostró Puigdemont, quien volvió a recurrir a la amenaza de la secesión unilateral de Cataluña si el Ejecutivo español no se aviene a las pretensiones de los posconvergentes. A su entender, la condena a Buch por malversar y prevaricar “es un acto de barbarie” de una “España podrida en sus fundamentos y las órdenes del Rey de ir a por todos nosotros”, según sus propias palabras en la red social X.

“Si no han entendido por qué razón nunca renunciaremos a la unilateralidad y a la independencia, y por qué desconfiamos del Estado español, aquí tienen una de las muchas que tenemos acumuladas”, añadió el prófugo, a pesar de que el sargento de Mossos en cuestión, Lluís Escolà -también condenado a cuatro años de cárcel y 10 de inhabilitación-, dejó rastro de las tareas de su escolta personal durante casi un año en numerosos mensajes de sus redes sociales, según se recoge en la propia sentencia.

Tuit de Lluís Escolà sobre su visita con Puigdemont a las Islas Feroe X

Pese a evidencias como estas, otros dirigentes de Junts también cargaron con dureza contra el Poder Judicial y los jueces. Tal fue el caso de la presidenta del partido, Laura Borràs -sentenciada el pasado marzo a una condena similar por prevaricación y falsedad documental por haber fraccionado contratos públicos para asignárselos a dedo a un amigo cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC)-, quien recurrió al habitual recurso de los mandatarios secesionistas de acusar al Estado de lawfare.

ERC pide la secesión "para garantizar la justicia"

La presión al Gobierno para que apruebe la ley de amnistía y convoque un referéndum secesionista en Cataluña fue unánime desde la formación posconvergente y también desde ERC. Empezando por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, quien calificó de “aberración” la condena a Buch e insistió en que “ahora y siempre, la amnistía y la autodeterminación son el camino”. Algo en lo que coincidieron otros muchos dirigentes republicanos, como su portavoz Marta Vilalta. A su modo de ver, la condena de Buch forma parte de una “persecución político-judicial. Por eso queremos ser un nuevo Estado, para garantizar la justicia”.

El sargento de los Mossos Lluís Escolà (i) ejerció de escolta de Carles Puigdemont tras su fuga EFE

Igual de contundente se mostró Oriol Junqueras. Tras haberse beneficiado de los indultos a los mandatarios del referéndum ilegal y unilateral de secesión de 2017, y de una reforma del Código Penal a medida que eliminó el delito de sedición por el que fue condenado y rebajó el de malversación, el líder de ERC considera la sentencia de Buch como “un nuevo ejemplo de la voracidad represiva de la justicia española contra el ejercicio democrático de las instituciones catalanas”. A su entender, su condena es “una barbaridad”, y expresó todo su "apoyo" tanto a Buch como al mosso Escolà “por su labor como servidor público. ¡No nos pararán!”, advirtió en un mensaje de X. Como él, el actual sucesor de Buch al frente de la conselleria de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, también le expresó su “apoyo y solidaridad”.

PP, Vox y Cs ven inadmisible la amnistía

Desde PP, Vox y Ciutadans, en cambio, consideran que el caso de Buch evidencia de que amnistiar a los líderes del procés sería algo inaceptable, dada la gravedad de los hechos y los delitos por los que se les condena. En el caso de la formación naranja, su diputado Carlos Carrizosa recordó además que la sentencia del exconseller de Interior es consencuencia de una denuncia de su partido. 

"Esta condena por malversación y prevaricación se produce porque, a sabiendas e ilegalmente, malversaron el dinero público para pagar al escolta de un fugado de la justicia", explicó Carrizosa. "Los gobernantes no pueden malversar dinero para pagarse sus fiestas, como ha hecho el independentismo”, añadió, para acto seguido advertir a Pedro Sánchez y al PSOE de que "no pueden amparar este tipo de conductas ilegales ni legitimar que se pueda robar el dinero de todos los catalanes porque son separatistas y tienen un área de impunidad por ello”.

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