El 80% de catalanes considera "muy o bastante corrupta" la región

El 80,2% de catalanes considera "muy o bastante corrupta" la región. Es una de las principales conclusiones de la encuesta anual de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), que aflora una percepción bastante negativa de la gestión pública en el territorio, sobre todo en los partidos políticos y la contratación pública de, por ejemplo, obra pública, dos campos que salpicó el llamado caso 3% de presunta financiación ilegal de CDC. 

Según el informe La corrupción en Cataluña: percepciones y actitudes ciudadanas, presentado hoy pocos días después del Día Internacional contra la Corrupción --fue el 9 de diciembre--, el 26,7% de ciudadanos de Cataluña considera "muy corrupta" la autonomía. Otro 53,5% la ve "bastante corrupta", lo que arroja un saldo total del 80,2% en la percepción de la mala praxis en la región. 

Solo el 20% ve poca corrupción

Por contra, solo el 19,8% de encuestados percibe "poca o cero corrupción" en Cataluña, según la misma cata demoscópica elaborada por Antifraude. 

Asimismo, la evolución de las prácticas dudosas en el ámbito de la gestión pública han ido a peor, creen los ciudadanos. Hasta el 51,1% de la población catalana cree que la corrupción "ha aumentado" en los últimos años. El 40,6% sostiene que "se ha mantenido". Solo detecta una "disminución" de la mala praxis pública el 8,3% de los ciudadanos. 

Partidos y obra pública: la huella del 'caso 3%'

En el campo de los beneficiados y los métodos, el caso 3% de presunta financiación ilegal de CDC a cambio de adjudicación de obra pública en Cataluña ha dejado una huella en la región. El 44% de los ciudadanos señalan creen que los partidos políticos se financian ilegalmente. Además, el 68,7% de los encuestados cree que el terreno donde hay más corrupción es la obra pública.

En el mismo sentido, el 70,2% de los catalanes percibe que los contratos públicos es la mayor vía para las malas prácticas en el ámbito de la gestión pública, por encima de las licencias y autorizaciones administrativas o las subvenciones a entidades.  

Sesgo personal

Eso sí, las supuestas malas prácticas en el campo de la contratación en Cataluña han dejado su poso. La conducta con más rechazo ciudadanos en el campo de la corrupción es que un empresario pague a cambio de conseguir un contrato público. Lo opina el 78,1% de lo censados en la autonomía. Le siguen los beneficios personales obtenidos desde un puestos de responsabilidad (78%) y el uso de contactos desde la administració pública (75%). 

Si bien la percepción de la corrupción es elevada en Cataluña, los ciudadanos se ven honrados a sí mismos. Es un sesgo que detecta Antifraude y que se puede cuantificar.  El 71,2% de los catalanes se autopercibe como "muy o bastante" transparente, frente a un 28,2% que no lo es. Otro 64% argumenta que "no puede hacer nada" para acabar con la mala praxis de las administraciones públicas.