Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, en una foto de archivo / EUROPA PRESS

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, en una foto de archivo / EUROPA PRESS

Política

Colau tendrá que devolver el IBI cobrado de más a los pisos turísticos

El Tribunal Económico-Administrativo anula el recargo propuesto por el Ayuntamiento de Barcelona a las viviendas vacacionales: 9.606 podrán reclamar lo pagado desde 2018

24 noviembre, 2020 00:00

El Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) ha tumbado el recargo especial del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los pisos turísticos aprobado y aplicado por el equipo de gobierno de Ada Colau en Barcelona. La decisión abre un pequeño boquete en las cuentas públicas: hasta 9.606 viviendas vacacionales podrán reclamar lo pagado de más en 2018, 2019 y 2020.

El propietario de un piso turístico denunció y ahora ha conseguido una resolución a su favor a la que ha tenido acceso este medio. Según la misma, el propio Ministerio de Hacienda, al que está adscrito este organismo independiente, ha comenzado a notificar a todos y cada uno de los dueños de los 9.606 apartamentos para visitantes legales que operan en Barcelona que el recargo especial al IBI de sus inmuebles, aprobado el 1 de enero de 2018, "queda anulado". Por ello, los tenedores pueden empezar a reclamar la liquidación extra abonada al fisco el presente ejercicio, 2020, y los dos anteriores.

 

 

Cae el recargo al IBI de los pisos turísticos / CG

Devolución de lo pagado

Se llega a este desenlace por el cambio de tipo de los pisos turísticos. Colau lo pidió a la Ponencia de Valores de los Bienes Inmuebles de Naturaleza Urbana del término municipal de Barcelona en 2017. La Gerencia Regional de Cataluña lo aprobó y los 9.606 pisos turísticos de Barcelona pasaron a tener una ficha propia como establecimientos de ocio y hostelería en el catastro, la 3.1. Ahora, el TEAC ha revertido esa decisión y ha devuelto la categoría de uso residencial a los activos, que llevan la etiqueta 2.2.4.3 en la ponencia.

Este simple cambio de criterio supone un boquete para el fisco municipal. No en vano, los propietarios de pisos turísticos en Barcelona generan un derecho a "reclamaciones económico-administrativas" por los importes en concepto del IBI pagado desde el 1 de enero de 2018, cuando entró en vigor el cambio de clasificación. Se desconoce cuántos propietarios lo harán, pero las reclamaciones son para tres ejercicios, con el consiguiente impacto en las cuentas públicas.

Revés a la política antiturismo de Colau

Otra consecuencia es la política. El IBI turístico para las viviendas vacacionales fue una propuesta del gobierno municipal de Barcelona en Comú y PSC en el pasado mandato. Coincidió con la etapa más virulenta de la guerra al turismo masivo del bipartito sociocomún. El recargo a este tipo de establecimientos lo presentó el que ejercía como concejal de Empresa y Turismo en febrero de 2017, Agustí Colom. El edil avanzó que el recargo a las viviendas para visitantes se incluiría en el Plan Estratégico de Turismo 2016-2020, un documento que se encontraba en plena elaboración.

Finalmente, la hoja de ruta no citó explícitamente el gravamen adicional, sino que prometió "diseñar nuevas medidas fiscales" para el sector turístico. Entre estas se encontraba una carga fiscal superior a las "actividades económicas que se basan en la plusvalía generada de las rentas del suelo". Esto es precisamente lo que tumbó la Sala Cuarta del Tribunal Administrativo-Económico Central en noviembre de 2019. La sentencia se publicó en junio de este año y Hacienda ha empezado ahora a notificar a los propietarios. 

El 62%, inactivos

¿Supone este mazazo a la política contra el turismo masivo de Colau un alivio para los propietarios? Difícilmente. Los operadores de vivienda vacacional se enfrentan a problemas más acuciantes, como la pandemia del coronavirus, que ha dejado el sector turístico en el letargo en Cataluña.

La patronal de la industria, Apartur, notificó en septiembre que la situación epidemiológica, y la crisis económica derivada de la misma, habían demolido los cimientos del rendimiento para 5.900 viviendas para turistas en Barcelona. O, lo que es lo mismo, el 62% del total. Las propiedades habían pasado al mercado del alquiler convencional, agregó la organización empresarial. En total, hasta ese momento quedaban operativos apenas unos 3.900 pisos turísticos en Barcelona. Cifra que se prevé bajar de nuevo al cierre de un annus horribilis para el sector.