El fracaso de las vías unilaterales: de Espot a Graupera
El 'procés' ha resultado ser una trituradora de liderazgos políticos para aquellos que pretendían dejar atrás los partidos convencionales y buscar una nueva receta para lograr la independencia
11 octubre, 2019 00:00Ni vencieron ni convencieron. Los años álgidos del procés ofrecieron un abanico nunca visto de opciones políticas, cada uno con su propia receta para llevar Cataluña a la independencia. Pero en la mayoría de los casos no obtuvieron representación parlamentaria o sus promotores acabaron relegados por los partidos convencionales.
La última alternativa del independentismo unilateralista que abdicaba del “processisme” de JxCat y ERC fue la de Jordi Graupera. Su plataforma Primàries Catalunya, para ejecutar un proceso de primarias abiertas que aglutinara todo el independentismo, fue abortado por las formaciones tradicionales, recelosas de perder cotas de poder. Desde su plataforma, no obstante, decidieron concurrir a las elecciones generales del próximo 10 de noviembre, pero no lograron los avales necesarios para presentarse. Demostrando, al menos en parte, que la mayoría del grueso independentista no está por la labor de flirtear con la vía unilateral.
El jurista López Tena
Alfons López Tena, exvocal del Consejo General del Poder Judicial, fue el primer verso suelto dentro del nacionalismo catalán y el que denunció desde los inicios del procés el doble juego de las fuerzas independentistas. Según él, la hoja de ruta secesionista fue una farsa y nunca tuvo como objetivo real lograr la independencia.
El jurista se presentó como número dos a las elecciones de 2010 con Solidaritat Catalana per la Independència. Su formación obtuvo cuatro escaños y fue diputado en el Parlament. En las elecciones anticipadas de 2012, sin embargo, su partido no logró ningún escaño. López Tena es en la actualidad uno de los azotes del independentismo.
El ‘hooligan’ Santiago Espot
El empresario Santiago Espot fue el promotor de las pitadas al himno nacional en las finales de la Copa del Rey donde el Barça competía. Esta semana vuelve a estar de actualidad por ser quien desde el departamento catalán de Salud intimida a una empleada por haberse dirigido en castellano a una paciente.
Espot también probó suerte con la organización pancatalanista Catalunya Acció, que tenía como objetivo la independencia los llamados Países Catalanes para alrededor de 2014. Su partido, no obstante, es residual dentro de la región y es más conocido por sus conflictos que por su perfil político.
Santi Vidal: el juez sin opositar
Santi Vidal llegó a ser juez por concurso de méritos, sin pasar oposiciones. Y quizás por ello nunca estuvo cómodo en los zapatos de magistrado. Antes de dar el salto a la política, ya confería a los medios de comunicación, como en una entrevista en Salvados, de Jordi Évole, proclamas más propias del activismo político de la profesionalidad que se le exige.
Cosechó una fama de juez mediático y eso le permitió dar el salto en las filas ERC como senador. Su plan que hacía público en conferencias por toda Cataluña donde contemplaba hacer “cosas ilegales” frustró su carrera y el partido de Junqueras acabó prescindiendo de él. Curiosamente, desde la CUP, más próximo a sus tesis unilateralistas, le acusaron de no tener “ninguna credibilidad” y Eulàlia Reguant le acusó de “megalómano” y de hacer un “flaco favor” al procés.