Los votantes de Ciudadanos se alejan de Albert Rivera
El líder del partido naranja parte como el político peor valorado por su propio electorado y el que puede concentrar más pérdida de votos y abstenciones
27 septiembre, 2019 00:00Los votantes de Ciudadanos son los que peor valoran a su líder, Albert Rivera. El último barómetro del CIS demuestra que el presidente de la formación naranja tampoco convence a los suyos, con una puntuación del 5,6 sobre 10. Un aprobado justo. Además, según el mismo sondeo, es el partido que menos fidelidad de voto tiene.
“Todos los partidos, incluso Vox, tienen una fidelidad por encima del 70% entre la gente que tiene decidido votar. Cs, en cambio, se queda en un 58,6% de votantes que dicen que lo volverán a votar”, explica la directora del GESOP, Àngels Pont, a instancias de este medio. La politóloga Berta Barbet añade que entre la “bolsa de sus votantes que no están enfadados con Cs se observan notas bajas hacia Rivera", lo que a su juicio "refleja un deterorio de su figura en los últimos meses y que va en aumento”.
Hastío político
Este poco entusiasmo que muestran los votantes con el líder de su partido no es exclusiva de Cs. Los otros líderes puntúan mejor que Rivera, pero la repetición electoral explica gran parte del desencanto. Pedro Sánchez obtiene un 6,4 por parte de su electorado; Pablo Casado, un 6,1 y Pablo Iglesias un 5,9%. Los representantes de la llamada nueva política son los peor valorados. El analista de 40dB, Stephan Zhao, explica que la valoración de Rivera respecto al barómetro del CIS de julio “ha bajado medio punto (0,5)”, como el de Iglesias, mientras que Sánchez ha descendido un 0,4. “Observamos que es un fenómeno de hastío y de cansancio por la repetición electoral”, apostilla.
La encuesta del CIS se realizó entre el 1 y el 18 de septiembre, captura el momento en que el rey Felipe VI inició la ronda de contactos con los representantes de los partidos políticos y en el que la ciudadanía ya se veía abocada a una nueva cita con las urnas. Un contexto que, sin duda, no es favorable a la hora de puntuar a los dirigentes políticos.
La 'naranja partida'
Otro dato significativo que se observa solo en Cs es la “fractura por la mitad” de su electorado, explica Zhao. “Una mitad de sus votantes se inclinaba por un acuerdo al estilo andaluz [con PP y apoyo externo de Vox], y casi la mitad por un acuerdo con el PSOE. Es el único partido con esta clara fractura entre su propio electorado”. Los votantes del PSOE, en cambio, muestran una “clara preferencia” hacia un resultado de gobierno que fuera PSOE y Unidas Podemos.
A la pregunta de si se podría revertir con un nuevo liderazgo al frente de Cs, Àngels Pont muestra cautela: “Es un asunto más de fondo, que responde a las decisiones que ha tomado el partido”. El descontento con la formación --añade la directora del GESOP-- “se traslada a la imagen y valoración del líder”. “También es el partido que tiene, hasta el momento, más abstención decidida y transferencia de voto”.
Crisis interna
El asunto de fondo que señalan los analistas y que han influido negativamente en la percepción del líder son diversos. El veto de Albert Rivera a Pedro Sánchez pese a tener una mayoría parlamentaria que garantizaba un gobierno estable es uno de los elementos que no entiende la mitad de los que le votaron el 28 de abril.
Asimismo, la crisis interna, con la marcha de destacados dirigentes por sus discrepancias con la estrategia de Rivera es, sin duda, otro de los asuntos que han influido. Figuras como Toni Roldan, Fernando de la Torre o Francesc de Carreras han hecho mella en una formación que nació para arrebatarle al nacionalismo la condición de partido bisagra.
Giro y percepción de derechas
El giro hacia la derecha dado por Rivera lo observan también los españoles en la encuesta del CIS. Si éstos sitúan al PP en el 7,9 en una escala ideológica del 1 al 10, a Cs le ubican en el 7,1. En sentido opuesto, los españoles sitúan al PSOE en el 4,1. El que fuera visto como partido de centro, a día de hoy, se ve claramente de derechas.
Por el momento, parece que los sondeos no premian la estrategia de Rivera, y que incluso algunos de sus hombres fuertes podrían quedarse sin escaño tras las elecciones.