Bonvehí reclama a Puigdemont ir en las listas de JxCat para el Congreso
El presidente del PDeCAT quiere defender en Madrid un espacio político autónomo, con el debate abierto sobre el papel de los políticos presos
20 septiembre, 2019 00:00Más madera. La convocatoria de unas nuevas elecciones al Congreso complica la vida, ya muy agitada, de Junts per Catalunya (JxCat). Todo el independentismo debate ahora sobre qué hacer con los políticos presos. Pero en JxCat surge ahora la petición de David Bonvehí, el presidente del PDeCAT, que reclama a Carles Puigdemont un lugar destacado en la lista de las generales. O encabezarla, o ir en los tres primeros puestos.
La reclamación llega justo cuando Laura Borràs, que fue la número dos por Barcelona en las elecciones del 28 de abril, por detrás de Jordi Sànchez, ha considerado que esta vez sería conveniente que los políticos presos quedaran al margen. La inminente sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O provocará, al margen de la posible condena, la inhabilitación por cargo público de la mayoría de los acusados. En ese caso, Borràs considera que no tendría sentido incorporarlos en las listas para las elecciones del 10 de noviembre.
Bonvehí exhibe sus logros
Si se toma esa decisión, que valora también Esquerra respecto a sus políticos presos, entre ellos Oriol Junqueras, la propia Borràs querría encabezar la lista, ya que se ha hecho con el grupo de diputados en los últimos meses, y forma parte del núcleo duro de Puigdemont. ¿Pero qué pasa con Bonvehí?
Fuentes del partido señalan que Bonvehí quiere reivindicarse. Ha logrado diferentes acuerdos, principalmente con el PSC, para mantener un cierto peso de la organización en el territorio: sea en la Diputación de Barcelona o en los distintos consejos comarcales o en diferentes ayuntamientos. Eso equivale a “responsabilidades públicas, sueldos y presencia en las instituciones”.
Volver a la "política"
Bonvehí saca pecho. Mantiene contra viento y marea el espacio del PDeCAT, con una máxima: si se rompe, que sea Puigdemont quien provoque esa ruptura. La bifurcación no será cosa de Bonvehí, que se niega a integrar el PDeCAT en Junts per Catalunya, a modo de entrega total a Puigdemont, pero tampoco está dispuesto a separarse ni de la marca --registrada por el propio PDeCAT-- ni del expresident que, al final, ha sido el candidato que ha proporcionado las victorias electorales: en las autonómicas del 21 de diciembre de 2017 y en las europeas del 26 de mayo de 2019.
¿Pero qué quiere hacer Bonvehí en Madrid? Mantener ese espacio del PDeCAT y explorar un camino que permita a los exconvergentes “volver a hacer política”. Las elecciones llegarán tras la sentencia del Supremo, que podría dictarse en los diez primeros días de octubre. Con la convicción de que, esta vez sí, se formará un Gobierno tras los comicios --el que sea posible--, la idea de Bonvehí es que habrá que buscar puentes, recuperar posiciones y ser visibles de nuevo. Y ello con los diputados que se logren, sean los siete del mes de abril, o seis, o los que se puedan conseguir.
Participar en los debates de Estado
¿Pero no acabará inmerso en la dinámica rupturista de Puigdemont? Eso es lo que señalan algunos dirigentes del PDeCAT, que no ven otra salida que una erosión progresiva de Junts per Catalunya, en función de la suerte que corra el expresidente. Tras la sentencia, con posibles algaradas en la calle, y movilizaciones que organicen las entidades soberanistas, la ANC y Òmnium Cultural, y con un posible mal resultado en las elecciones generales, esos mismos dirigentes señalan que será muy difícil remontar desde la propia organización de JxCat. Y es que, tras esa sentencia, el Gobierno podría reactivar la euroorden para forzar el regreso de Puigdemont a España, para que sea juzgado por la justicia española.
La pelea interna ahora en Junts per Catalunya será feroz. Hay críticas sobre el papel, entre otros, del abogado de Puigdemont en el Congreso, Jaume Alonso Cuevillas, o sobre el rol de la propia Borràs, que pone trabas a sus diputados para participar en comisiones de reforma de distintos ámbitos, al entender que el independentismo no debería implicarse en la política española.
En cualquier caso, David Bonvehí ha alzado la mano. Quiere estar ahí. Ahora cree que le toca. Desea hacer política en Madrid.