ETA cometió atentados sin asumir su autoría
La banda terrorista admite ahora el asesinato de 16 personas en 1974 y 1981, pero Covite recuerda que todavía hay 350 crímenes sin resolver
6 noviembre, 2018 19:56La banda terrorista ETA ha reconocido que cometió dos atentados más que hasta ahora no había reivindicado. Se trata de la matanza que en 1974 --hace 44 años-- acabó con la vida de 13 personas en la cafetería Rolando de la calle Correo de Madrid y de un triple asesinato cometido en 1981 en Tolosa (Guipúzcoa).
ETA ha asumido estos atentados en su último Zutabe --el boletín interno de la organización asesina-- que difundió un mes antes del anuncio de su disolución y que ha publicado este martes el diario Gara.
Reconoce 758 asesinatos
En esta circular, la banda terrorista asegura haber matado a 758 personas a lo largo de su historia, cerca de un centenar menos de las que le atribuyen el Ministerio del Interior y las asociaciones de víctimas. Incluyendo los atentados de la cafetería Rolando y de Tolosa, ETA reconoce 2.604 acciones terroristas.
Aunque siempre se sospechó que ETA estaba detrás de los dos atentados, la banda terrorista nunca los reconoció y en el caso de los tres asesinados en Tolosa incluso emitió un comunicado en el que negaba su autoría.
Miembros de la banda terrorista ETA durante la lectura de un comunicado
Confundidos con policías
ETA confundió a las tres víctimas --que eran vendedores a domicilio de material didáctico, fundamentalmente libros y casetes en euskera-- con policías. Tras salir de un bar, fueron acribillados a balazos.
Algunas fuentes apuntan la posibilidad de que la filiación política de los jóvenes llevó a ETA a negar que los había matado. Uno de ellos era militante del PNV y otro era miembro del PCE.
Balance macabro
En el Zutabe, ETA hace un macabro balance de su trayectoria. Admite que cometió 365 atentados contra la Guardia Civil, en los que mató a 186 agentes; 215 atentados contra Cuerpos Policiales, con 139 agentes asesinados; y 147 acciones terroristas contra el Ejército, en las que mató a 101 militares --incluyendo un almirante, dos vicealmirantes, doce generales, 31 coroneles, siete capitanes y once comandantes--, además de once funcionarios civiles de la Armada.
ETA reproduce en el documento la declaración de "reconocimiento del daño causado" que difundió el pasado 8 de abril, en la que pedía "perdón" solo a las víctimas que no estuvieron relacionadas "directamente" con lo que denomina el “conflicto vasco”.
Hipercor, "el mayor error"
La banda terrorista se refiere al atentado de Hipercor como "el mayor error y desgracia" que cometieron. "Esa acción dejó una alargada sombra, pues, además del irremediable daño humano y dolor causado, provocó dudas sobre las características de la lucha armada. [...] Que ETA asumiera totalmente su responsabilidad y realizara autocrítica, no minimizó del todo esas consecuencias negativas", añade.
También se refiere a los largos secuestros en los años 90, que recuerda que fueron de "motivación económica" y que se convirtieron "en el centro de una fuerte confrontación", como los del empresario José María Aldaia (secuestrado durante 342 días) y de Cosme Delclaux (232 días), al que califica de "oligarca". En esta línea, admite que "se prolongaron tanto por las dificultades técnicas y operativas provocadas por la presión policial". Por otra parte, señala que en 2001 "se realizaron tres intentos de atentado contra el presidente del Gobierno, José María Aznar, con la utilización de un misil mientras estaba en vuelo".
Covite rectifica a ETA: mató a 853
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) ha tildado de "inaceptable" que la organización terrorista solo asuma 758 crímenes mortales cuando "asesinó a 853 personas".
En un comunicado, Covite ha recordado que la banda "asesinó a 853 personas, hirió a 2.597, extorsionó a unas 10.000 y forzó al exilio a 100.000 para defender un proyecto político antidemocrático y totalitario". Además, considera "una humillación" para las víctimas del terrorismo que "su propaganda" se difunda antes del Día de la Memoria, que se celebra el 10 de noviembre. "Esto supone que la memoria que quieren construir los terroristas se basa en el blanqueamiento de su pasado criminal", apunta.
"Conflicto inexistente"
El colectivo presidido por Consuelo Ordóñez ha denunciado, una vez más, "el asesinato selectivo y sistemático de centenares de personas en el contexto de un conflicto inexistente que los herederos de ETA se empeñan en mantener para fundamentar su historia y blanquear su responsabilidad sobre los crímenes cometidos".
Covite ha calificado de "inadmisible" también que la banda, en su balance de atentados, "no haya admitido su primer asesinato", el del guardia civil José Antonio Pardines, "mientras que ha afirmado que la muerte de su asesino, Txabi Etxebarrieta dejó honda huella en la sociedad vasca". "El crimen que cometió Etxebarrieta abrió la veda de la sangrienta trayectoria criminal de la banda terrorista. La responsabilidad histórica en la trayectoria de ETA de Txabi Etxebarrieta es decisiva, por eso es especialmente grave que se le siga encumbrando como a un héroe", indica.
"ETA política, en las instituciones"
Además, la organización de víctimas critica que la banda terrorista "justifique su existencia aireando mentiras, como que era la única organización que hacía frente de forma firme al régimen de Franco". "ETA no surgió como respuesta al franquismo --prueba de ello es que la mayoría de sus crímenes los cometió en democracia--, sino para imponer un proyecto político nacionalista, totalitario y excluyente", subraya.
Covite ha denunciado que la banda no haya asumido tampoco que "las estrategias de terror no las escribía la ETA militar, las escribía la ETA política, aquélla que fue ilegalizada durante unos años por ser parte del entramado de ETA y que ahora está en nuestras instituciones".
350 asesinatos por resolver
"La única aportación que los herederos de ETA deben hacer a la sociedad a la que llevan golpeando medio siglo es esclarecer los más de 350 asesinatos que quedan sin resolver y decir dónde enterraron los terroristas los cadáveres de las víctimas desaparecidas", añaden.
Y concluyen advirtiendo de que "hay terroristas que siguen huidos, entre ellos Josu Ternera, y el Estado debe asegurar que el final de ETA no tenga contrapartidas ni para los terroristas ni para el nacionalismo".