El traslado de las obras de Sijena está llamado a convulsionar una campaña electoral con pocas sorpresas y mucha irritación latente.
La posible irrupción de la Guardia Civil en el Museo de Lleida ha movilizado a los independentistas ante un nuevo “ataque contra Cataluña” que puede arrebatar a PP y PSC el escaño que ahora tienen en beneficio de Ciudadanos y ERC. Y dada la fragmentación parlamentaria que auguran las encuestas, las mayorías pueden depender de un solo diputado. Por eso, los partidos constitucionalistas han sacado su artillería: Mariano Rajoy e Inés Arrimadas lo dieron todo el viernes en la capital ilerdense, mientras que hoy domingo lo hará Pedro Sánchez.
El viernes, el magistrado suplente del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Huesca autorizó a la Guardia Civil a entrar a partir de la medianoche de mañana lunes en el Museo de Lleida para proceder al traslado de 44 piezas al Monasterio de Sijena. Una polémica parecida a la de los “papeles de Salamanca”, aunque con recorrido inverso, pues en ese caso era la Generalitat la que reclamaba la devolución de esos documentos incautados en la Guerra Civil. Pero en ambos supuestos existe una enorme carga sentimental a la que la política es muy sensible.
La cabeza de lista de la CUP por Lleida, Mireia Boya, ha hecho un llamamiento a defender las obras tal como se defendieron las urnas en el referéndum del 1-O. Se trata de una nueva versión del “Estado contra Cataluña” repetidamente invocada por los independentistas, pero que no por sabida puede impactar menos en este ecuador de la campaña.
Tres de las obras de Sijena que se encuentran en el Museo Diocesano de Lleida y que Aragón reclama
Fuentes próximas al PSC confiesan que el efecto Sijena puede influir en la pérdida del escaño que ahora tienen los socialistas en Lleida. Un efecto que se puede hacer extensivo al PP, que también podría quedarse sin representación. La provincia leridana, granero de votos soberanistas, siempre ha sido un terreno hostil políticamente hablando para las formaciones constitucionalistas, pero la situación ha empeorado para PP y PSC a raíz de la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
El valor de un escaño
Y si se tiene en cuenta que un escaño vale el doble de votos en Barcelona que en Lleida debido al régimen electoral vigente, no parece que PP y PSC lo vayan a tener fácil. Los esfuerzos del alcalde de Lleida, el socialista Àngel Ros, por denunciar la ejecución judicial del traslado de las obras de Sijena, no parecen que vayan a ser suficientes.
Por otro lado, su pacto con Ciudadanos en el Gobierno municipal ha borrado el perfil soberanista que todavía conservaba –fue uno de los díscolos del PSC que incumplieron la disciplina de voto en 2013 en la votación de la declaración de soberanía del Parlament--. La última encuesta del CIS augura un aumento de los votos de ERC, mientras que Ciudadanos pasaría de dos a tres escaños.
No es gratuito que Inés Arrimadas (Ciudadanos) y Mariano Rajoy (PP) coincidieran el viernes en Lleida para hacer campaña. Ambas formaciones se juegan un escaño. Los populares podrían perderlo y la formación naranja repetir o incrementar su número de representantes. En las elecciones de 2015 dieron la sorpresa ganando dos escaños y, según el CIS, podría sumar otro.
Pedro Sánchez en Lleida
Cs carece de una estructura fuerte fuera del área metropolitana de Barcelona, mientras que el PP sí ha ido labrando con el tiempo una red local. Pero el 21D, los populares podrían perder el diputado que ahora tienen. De ahí que Rajoy subrayara en su discurso el “buen uso” que el Gobierno español ha dado a los 24.000 votos recibidos por el PP en tierras leridanas en las elecciones generales de junio de 2016. Por su parte, Arrimadas aseguró: “Estamos a un solo escaño de vencer al independentismo”.
Hoy le toca el turno a Pedro Sánchez, líder del PSOE, que asistirá a un mitin de Miquel Iceta en Lleida junto a Ros y el cabeza de lista del PSC por esta demarcación, Òscar Ordeig.