No soy creyente. Por tanto, sería muy falso que escribiera que la Virgen de Montserrat, la Moreneta, anda muy decepcionada con los clérigos que dirigen y mueven la Abadía de Montserrat.

Resultaría tan increíble que no merece la pena insistir. Pero una cosa es la coherencia espiritual y otra girar la espalda a la situación catalana. De ahí que la homilía del abad de Montserrat, el padre Josep Maria Soler, en coincidencia con el día del santo que le tocó por gracia sea insultante para la inteligencia. Soler fue a visitar a los políticos presos, pero no visita a los presos de todo signo que también cumplen condenas porque no cree en ellos como sí cree en los soberanistas. Lamentable, pero real.

El Abad de Montserrat se atreve a pedir a sus creyentes que animen a los partidos soberanistas a formar gobierno, encontrar “consensos y acuerdos”, y que todo ello se ponga en práctica tan pronto como sea posible. ¡Qué vergüenza! La iglesia catalana más rancia, casposa y nacionalista se alinea de nuevo con el independentismo más vergonzante. Apoya otra vez las tesis soberanistas, como si no hubiera sido capaz de leer que más de la mitad de sus feligreses catalanes votó otra cosa en las elecciones.

El padre abad Soler debe ser uno más de los hiperventilados clérigos nacionalistas que, como sucedió en el País Vasco, dieron cobertura al nacionalismo más abyecto, insolidario, xenófobo, violento y supremacista de cuantos han existido. No sólo es vergonzante para los católicos, es también una auténtica frustración para los catalanes que han considerado a su virgen otro símbolo de identidad similar a la lengua o las costumbres culturales del territorio.

¡Qué vergüenza! La iglesia catalana más rancia, casposa y nacionalista se alinea de nuevo con el independentismo más vergonzante

¿Quién es el Abad de Montserrat para dar filípicas sobre la cuestión política catalana? ¿Acaso cree que sigue al frente del país Jordi Pujol Soley? ¿Qué conoce el responsable de la montaña soberanista de la realidad del área metropolitana de Barcelona, mestiza y plural?

Miren, haré una confesión. Mi madre se llama como la montaña y mi hija como otra virgen catalana. Dicho esto, dejen de tocarnos las bolsas testiculares con estas historias propias de otros tiempos y de otras personas al frente de los poderes públicos. Los monjes de Montserrat deberían dedicarse a su culto, a la recuperación de la cultura con una visión integradora y no excluyente y, finalmente, a adorar a sus vírgenes y santos tanto como a progresar en sus coros y cánticos.

Todo lo demás, estimados monjes, déjenlo a los seglares. No propicien que lleguemos a sentirnos hasta las narices de sus circunloquios excluyentes. Salvo, claro está, que quieran que al final alguien les interrumpa los accesos a su montaña. Dejen de actuar para que nos avergoncemos de ustedes, seamos creyentes, adventistas del séptimo día, musulmanes o Testigos de Jehová. Se agradecerá su silencio.