En las dos primeras jornadas del foro DespertaBCN!, organizado por Crónica Global, Metrópoli y El Español, se han abordado todo tipo de cuestiones que afectan al presente y al futuro de Barcelona.

Primeros espadas del mundo de la empresa, la economía, la política, las patronales, las asociaciones, la prensa, la abogacía, los consorcios públicos y la cultura han reflexionado y debatido en un marco inmejorable (el DFactory del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona) sobre cómo recuperar el empuje y liderazgo que antaño tuvo la ciudad.

De todos esos análisis, quiero destacar algunos planteamientos que se han expuesto en relación a las okupaciones de viviendas, la labor de los medios de comunicación y la política lingüística.

En el debate protagonizado por los abogados Emilio Zegrí y Alejandro Fuentes-Lojo (especialistas en derecho penal y en civil inmobiliario, respectivamente), que tuve el placer de moderar, ambos coincidieron en señalar al ayuntamiento para explicar las insólitas cifras de okupaciones que sitúan a Barcelona como líder destacada a nivel nacional y europeo en los rankings sobre esta problemática.

Los expertos subrayaron que las autoridades municipales tienen “una actitud de proselitismo con respecto a entidades” que apoyan conductas que facilitan la okupación. Esto, sumado a la “falta de voluntad política" para resolver esta cuestión, hará muy difícil que Barcelona vuelva a guarismos equiparables a los de otras capitales similares de nuestro entorno. Seguramente, en todo este desastre influye, y mucho, el “fracaso estrepitoso” de la alcaldesa Colau en sus políticas de vivienda pública, como denunció el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, en otra intervención.

Por otra parte, el tête à tête que mantuvieron el director de La Vanguardia, Jordi Juan, y el editor de Crónica Global, Xavier Salvador, ha sido uno de los debates más deliciosos del foro. A lo largo de media hora de coloquio, ambos periodistas analizaron el sistema de subvenciones de las administraciones catalanas a la prensa, el caso de TV3 y el reto de los medios ante las fake news y la irrupción de la inteligencia artificial.

Pero Jordi Juan también respondió a otros asuntos más espinosos que le planteó Salvador, como el papel de La Vanguardia (y del Grupo Godó) durante el procés, el polémico editorial único de noviembre de 2019, la relación de ese grupo con el poder institucional, la línea marcadamente independentista de RAC1 y la incapacidad de la prensa catalana de destapar casos de corrupción en Cataluña (como el de la familia Pujol). Lo dicho, 30 minutos de Jordi Juan y Xavier Salvador a calzón quitado que no se pueden perder.

Finalmente, me quedo con el análisis sobre la evolución cultural en Barcelona y Cataluña que ha realizado Miguel Aguilar, editor de Penguin Random House. “En los últimos 10-12 años ha habido una apuesta muy clara desde las instituciones [catalanas] por la cultura en lengua catalana y eso ha sido inevitablemente en detrimento de la cultura en lengua española”, ha señalado durante otra ponencia.

Y ha añadido: “Ha habido una presencia muy destacada de Barcelona y de la cultura catalana en Frankfurt, en la feria de Buenos Aires y en muchos otros lugares que ha postergado, en parte, el castellano como elemento cultural catalán. Hace 10-12 años igual eso no era tan así, y había una apuesta más desacomplejada por una cultura catalana que se expresaba en cualquiera de las dos lenguas y la pretensión de que Barcelona fuera una capital cultural europea, mundial. Creo que en los últimos años lo que ha habido es una apuesta por que Barcelona fuera la capital cultural de Cataluña”.

Poco más que añadir. Quizás, me quedo con una declaración de Pepe Ribas, mítico fundador de Ajoblanco, en otra mesa redonda sobre el boom literario de la ciudad en los años 70 frente a la situación actual: “En este momento en Barcelona hay un sectarismo total”.