Vaya semanita es un programa de humor de la televisión de Euskadi que hizo furor durante años porque puso negro sobre blanco las contradicciones y las vergüenzas de la sociedad vasca. Perdió fuelle en varias ocasiones y se cayó de la parrilla, pero volvió con fuerza y ahora sigue con auge reinventándose cada día. Aquí tenemos Polònia, pero eso es otra cosa. A Pere Aragonès, nuestro laureado president, le debe gustar más el producto euskaldún porque esta semana ha protagonizado una serie de sketches dignos de esta ficción.
Miércoles 26 de enero. Laura Vilagrà se reúne con el presidente del COE, Alejandro Blanco, y le casca sin ruborizarse que “Cataluña está dispuesta a liderar los Juegos Olímpicos de Invierno”.
Jueves 27 de enero. Para no perder ripio, el nostre president anuncia en el Parlament una consulta para que “el territorio decida” en las comarcas de montaña. Sergi Sabrià, su mano derecha, le dice al jefe de gabinete del presidente que no dejarán que llenen el Pirineo de banderas españolas.
Viernes 28 de enero. El presidente de Aragón, Javier Lambán, planta a Aragonès en la cumbre de Balaguer. El nostre president se hace el ofendido e insiste que Catalunya liderará los juegos. Mosqueo del COI por la convocatoria de una consulta, del COE por la ruptura del consenso de igual a igual, y de las comarcas marginadas que exigen que también se las consulte. Las que tienen que ser consultadas no entienden nada y exigen un plan B de la Generalitat por si se rechazan los Juegos. La Generalitat no tiene evidentemente plan B, pero tampoco se sabe su postura sobre el plan A.
Lunes 31 de enero. Aragonès y Vilagrà se reúnen con el presidente del COE. Dicen que hubo buen rollo, pero, siempre hay un pero, Alejandro Blanco dijo bien claro, y alto, en declaraciones desde Pekín donde se celebran los Juegos de Invierno que “los juegos son un proyecto de país y no de una región”. Por si no quedó claro, el presidente del COE afirmó que “si somos capaces de alcanzar un acuerdo técnico y contar con el apoyo institucional se presentará la candidatura, si no somos capaces, será que no nos la merecemos”. Seguimos sin saber la postura ni de Aragonès ni de ERC.
Martes 1 de febrero. Aragonés con Gabriel Rufián como líder del partido alfa se lanzan contra la reforma laboral. Los librepensadores-estrategas de ERC han decidido que los republicanos son no solo los más independentistas y los más patriotas, sino que ahora son los más de izquierdas. Objetivo: achicar espacios de sus competidores directos, pinchar la burbuja en ascenso de Yolanda Díaz, dejar sin argumentos a los chicos y chicas de Puigdemont y poner en el rincón de pensar a los de la CUP.
Martes 1 de febrero. Mientras la estrategia del partido alfa en Madrid cogía fuerza y se relamían con los problemas que podía tener el PSOE y Podemos, en Cataluña la presidenta del Parlament, Laura Borràs, deja al partido alfa arrastrando los pies con su cierre del Parlament. Los republicanos secundaron de mala gana a Borràs pero no levantaron la voz. Solo dijeron que fuera un cierre temporal, pero dieron pábulo a la nueva perfomance de la presidenta de la Cámara catalana, que recuerden que lo es por el voto de ERC.
Miércoles 2 de febrero. Gran cita con la CUP por parte de Aragonès para lograr sumarlos a un acto de unidad independentista. La cumbre no se celebró y la CUP dejó pasmao al president. Los Mossos tuvieron “la desfachatez” de detener a cuatro activistas de la CUP en un desahucio. La entelequia de la unidad se resquebrajó y los antisistema le robaron la merienda al nostre president.
Miércoles 2 de febrero. En Madrid, el partido alfa hacía aguas. El PSOE estaba encantado con la estrategia de los republicanos que dejaba a Yolanda Díaz sin fuelle y además lograban acuerdos con fuerzas de derecha e izquierda, centrando al presidente que se sacudía el sanbenito de solo llegar a acuerdos con independentistas y bilduetarras en el casposo argot de Pablo Casado.
Miércoles 2 de febrero. Por si fuera poco, los comunes, hartos del partido alfa y de las veleidades de Aragonès, le dejan con el culo al aire. Si no votas la reforma no cuentes con nosotros. El portazo deja sin socios al líder de ERC, que debe pensar que llegar a acuerdos con los “muy españoles” del PSC no debe ser tan mala idea. Al menos no necesitará el desfibrilador constantemente.
Jueves 3 de febrero. La reforma laboral se vota en el Congreso y ERC vota en contra, junto con el PP y VOX, Bildu, BNG ...y los tránsfugas de UPN que ocultan su voto negativo para lograr un golpe de efecto. Ergo, ERC casi logra que sus adversarios más acérrimos dejaran tirados a miles de eventuales que ahora serán fijos. Casi logra que una jugada de baja estofa se salga con la suya. Casi logra validar que esa derecha que llaman cavernícola les laureara con todos los honores. La cara de los diputados de ERC era todo un poema. La misma que la de los de Bildu que casi elevan a los altares a su odiada derecha navarra. La guinda, que la reforma sale adelante por el error de un diputado del PP. Ayer, Valle Inclán resucitó de la mano de ERC.
Jueves 3 de febrero. Alejandro Blanco hace públicos sus reproches a Aragonès. El nostre president solo es capaz de salir para llamar a la unidad independentista. Todavía no se ha enterado que la unidad ni está ni se le espera. En el Parlament, Laura Borràs sigue mareando la perdiz para la supuesta “desobediencia”. Eso sí, Juvillà ya no cobrará su sueldo como diputado porque la nómina la debería firmar Borràs. Y una cosa es hacer creer a la tropa que se va a desobedecer y otra hacerlo. Aragonès tampoco ha dicho ni pío sobre esto más allá de rasgarse las vestiduras con la manida represión.
Viernes 4 de febrero. El nostre president y su partido alfa siguen en su mundo paralelo. ¡Vaya semanita!