Pensamiento

Mayo ha florecido en las plazas

18 mayo, 2016 00:00

Cambio. Dignidad. Despertar. Apoyo. Encuentro. Amor. Estas y otras palabras han florecido en las plazas de España el 15M. Fue un domingo de mayo. "Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor", cantaba el prisionero. Porque se fueron las nubes. Se fue la lluvia. Brilló de nuevo el sol y los ciudadano celebraron, otro año más y van cinco, el movimiento que busca ver florecer las ilusiones sociales en las plazas. En Madrid y Barcelona. En León y Cádiz. En tu pueblo y en el mío. En todas los pueblos y en todas las plazas. Mayo está floreciendo.

Cinco años de esperanza e ilusión en la vida social y política. Pero también cinco años de decepción y amargura en la vida económica

Y este 15M los activistas volvieron a recuperar las plazas. A llenarlas de ciudadanos inconformistas. Sin partido político. O con él. Pero, sobre todo, con la ilusión de que florezca el cambio, de que se imponga el grito de "democracia real, ya". Las plazas no son de nadie, pero son de todos. No son de los poderes, ni incluso de las televisiones. Son libertad. Difícil de entender, ya. Son la protesta libre. Incluso contra la Pastor, Errejón, Robles y Lucía. Si quieres silencio, quédate en el estudio. O en casa. Total... El activismo nunca puede estar satisfecho con lo conseguido porque queda mucho más por lo que luchar.

"Nuestra democracia no cabe en vuestras urnas". "No hay pan para tanto chorizo". "Democracia real, ya". Estos fueron algunos de los gritos lanzados en las plazas de las ciudades y de algunos pueblos. Gritos que se repitieron el pasado 15M porque, tras cinco años, no ha habido avances significativos. Más de lo mismo. Las ilusiones de más democracia, listas abiertas, etc., siguen sin hacerse realidad. Los problemas de los ciudadanos, con eslóganes como "no somos vagos, estamos en el paro", siguen sin resolverse y sin intención de resolverlos por la clase política y empresarial del país. Cinco años de esperanza e ilusión en la vida social y política. Pero también cinco años de decepción y amargura en la vida económica. Se sigue igual o peor, a pesar de la "intoxicación de la televisión", como se gritaba el pasado 15M en Sol.

Lo de La Sexta y su programa toda una provocación. "Roures no nos representa", corearon cientos de personas. Algunos periodistas-edonistas se creen que los ciudadanos son estúpidos. Que están desinformados. Por la televisión, sí. Pero por otros medios, no. Y, claro, saben quién cada cual. Roures, Ferreras, Pastor, etc., etc. No intentemos engañar. Los ciudadanos ya son mayorcitos y bien informados. Es hora de despertar. Es hora de hacer información para todos y no manipular, como se gritaba en Sol. Yo lo vi. Yo estaba allí. "Fiera, fuera", gritaron centenares de personas. "La plaza es del pueblo, no de los medios", siguieron gritando. Protestas cada vez que se conecta en directo. La voz del pueblo. La Sexta, no nos sigas vendiendo la burra. Negocio de audiencia, vale. Información, nula. Cada cosa en su sitio, querido Ferreras, querido Roures. Pero los ciudadanos no somos idiotas. Cinco años después volvió a escucharse el grito mudo. Gritos sin respuestas. Gritos en Sol. Porque la plaza está a punto de florecer. La plaza de las flores está en Tirso. Pero florecen en Sol. En la plaza de las plazas. En Sol.

Hoy no se puede entender la situación política sin el 15M. Pero eso no quiere decir que alguien se lo apropie. O nos venda gato por liebre

Hoy no se puede entender la situación política sin el 15M. Pero eso no quiere decir que alguien se lo apropie. O nos venda gato por liebre. Mantengamos la distancia. Mantengamos la ilusión y la verdad. Y que sea lo que Dios quiera. O el destino, que tanto da. Pero que nadie lo capitalice. No es de nadie. Es de todos. Ni de Iglesias, ni de Garzón, aunque hayan escenificado los abrazos del oso en la misma plaza.

Se les llamó 'perroflautas' con todo el desprecio que lo puede hacer la derecha. Un desprecio que se dignificó. ¡Qué cosas! Como en los viejos tiempos de los años 70 cuando en las ya viejas huelgas de la construcción se elevó a la cima de los altares lo de "trabajo y dignidad". Es posible que la acampadas se prolongaran demasiado tiempo. Y las celebraciones. Aunque sigue el dilema de gestionar bien el país. Y de momento, no se hace. No se han vistos los frutos. No se han visto las flores. Será cuestión de tiempo. Despacio se va lejos. De momento, mayo está floreciendo en las plazas.