Los escritores clásicos también eran unos salidos. Galdós a Pardo Bazán: "Deseo comerte los pechos"
Un librero asegura que un privado tiene la correspondencia subida de tono escrita por el autor de 'Fortunata y Jacinta'
11 diciembre, 2020 20:46Los poetas y escritores son conocidos por decir las cosas con una sutileza encantadora. “Me gusta cuando callas porque estás como ausente” de Pablo Neruda es uno de los ejemplos más claros. Pero no todos han sido siempre tan refinados.
Benito Pérez Galdós, por ejemplo, olvidaba todos los modales a la hora de hablar con su amada Emilia Pardo Bazán. Así lo asegura, Guillermo Blázquez, un librero anticuario de la popular Cuesta de Moyano de Madrid, que asegura haber visto la correspondencia secreta entre los amantes.
Hallazgo
"Son bastantes, unas 80, no todo el epistolario que debió de ser muy amplio" a lo largo de los años, y están en muy buen estado, asegura. Él no posee las cartas, sino un privado que se las mostró hace 30 años.
"Intenté comprarlas cuando me las mostraron. Me las enseñaron en secreto y me pidieron discreción, motivo por el que no voy a dar el nombre, no puedo", asegura. Pero afirma que están en buenas manos, ya que el desconocido "las tiene como una joya y no quiere deshacerse de ellas.
Contenido subido de tono
¿Pero que se dice en esas cartas? Parece que de todo, según confiesa Blázquez. "Para la época en la que se escribieron, eran de un tono bastante subido. Hoy día sería casi ridículo, desde luego no pornográfico como se comenta...subidas de tono, un poco eróticas”.
Tal vez no fueran pornográficas, pero es probable que hoy en día no pasaran cierta censura. El librero aún se acuerda de una frase que vio y se le quedó grabada: "Estoy deseando volver a verte para comerte los pechos".
Otras misivas
No todas las cartas son así, puntualiza el librero. Existen otras más literarias o las que dirigió a amigos y que sí se han puesto a la venta y se suelen subastar en torno a los 500 o 600 euros.
En la actualidad se conservan algunas cartas que Emilia Pardo Bazán escribió a Galdós y que Carmen Bravo Villasante recopiló en Miquiño mío, Cartas a Galdós. No están todas, se dice que algunas se quemaron durante el saqueo a la casa de la escritora en Madrid en la Guerra Civil e incluso que Carmen Polo, esposa de Franco, las quemó por indecentes. "Queda muy bonito pero...no creo que leyera las cartas y decidiera quemarlas porque dijera que eran inmorales. Sí que quemaron papeles, facturas y no sé si se quemaron también, pero me parece raro", defiende la autora.