'La vergüenza', el libro del rumano Cristian Fulaș

'La vergüenza', el libro del rumano Cristian Fulaș ICR

Letras

'La vergüenza' y otros testimonios alcohólicos

Cristian Fulaș, la última revelación de la literatura rumana, se une a una gran tradición sobre el alcoholismo con 'La leyenda del santo bebedor', de Joseph Roth en primer lugar

23 diciembre, 2023 21:52

El protagonista y narrador de La vergüenza, la primera novela de Cristian Fulaș --la última revelación de la literatura rumana--, es precisamente Cristian Fulaș, escritor y traductor al rumano de la novela de Proust. En su primera novela del año 2015, a la que han seguido otras cinco, explica cómo su voluntad fue dominada por su inclinación irrefrenable al alcohol y en consecuencia sufrió la vergüenza de fallar a los demás y a sí mismo, y de paso angustia y temblores, desarraigo de amigos y conocidos, fiasco laboral, angustia y los típicos accidentes y caídas catastróficas con rotura de dientes y nariz, hematomas y ojos ensangrentados hasta obtener eso que los anglosajones llaman una shitface

Por suerte para él cuenta con una hermana y un cuñado que se desviven por ayudarle, le internan en un centro de rehabilitación y no paran de apoyarle hasta que paso a paso regresa a la senda de la serenidad.

El libro (editado aquí por Automática Editorial) es un testimonio documentado, didáctico, que procura evitar el moralismo, aunque desde luego no es la mejor novela autobiográfica sobre el tema del alcoholismo. Creo que todos estarán de acuerdo en que la mejor es la de Joseph Roth (189-1939), La leyenda del santo bebedor (Anagrama), la historia de Andreas, vagabundo borrachín en París que cuando ya lo ha perdido todo se impone la misión, que resulta casi imposible de cumplir, de ofrendar doscientos euros que en un momento de mucha necesidad le prestó un alma caritativa, a la efigie de Santa Teresita de Lisieux en la iglesia de Sainte Marie de Batignolles. Pero para eso tiene que llegar a esa iglesia, y no es fácil. Siempre en el camino le salen al paso muchos bistrots y otras distracciones, pero cada mañana vuelve Andreas a su piadoso propósito. Novela conmovedora que fue si no me equivoco la última de Roth, autor tan comprensivo con los vicios y defectos de sus personajes, a los que siempre hace tan atractivos, y que precisamente murió en un ataque de delirium tremens.

Pero sólo un poco por detrás de La leyenda viene, pienso que inspirada en la novela de Roth, Moscú-Petushki, (Marbot editores) de Veredikt Erofeiev (1938-1990), un delirante y lirico monólogo en el que el narrador, que se llama como el autor, cuenta sus esfuerzos denodados para, sin dejar de beber en ningún momento e impartiendo a lector una lección magistral sobre las mil clases de vodka y otras bebidas terribles, sus componentes, precios y efectos, tomar en Moscú el tren que le lleve hasta la cercana localidad de Petushki, donde le esperan --¡ay!-- su novia, su hijito y su salvación. Tampoco este corto viaje resultará fácil.

En el siguiente escalón figura por derecho propio El bebedor (Seix Barral), un detallado descenso a los infiernos de locura y resaca de Herr Sommer, burgués aburrido, alter ego de Hans Fallada (1893-1947). Este escritor alemán  dotadísimo para la ficción novelesca y atormentado por los demonios de la botella escribió su desgarrada novela-testimonio en la cárcel, donde tuvo que residir durante algún tiempo por haber intentado matar a su mujer estando bajo la influencia.

En lugar destacado de la lista tiene que figurar Leaving Las Vegas (Hurtado y Ortega editores), novela de 1990 donde un tal Ben, que acaba de perder novia y empleo, se traslada a Las Vegas con el propósito de instalarse en una habitación de hotel y suicidarse a base de beber sin tasa, y en la ciudad-casino encuentra a una prostituta bondadosa que le acompaña hasta ese final de partida. A mí particularmente no me gustó cuando la leí, allá por 1990, pues aunque el autor, John O’Brien (1960-1994), habla con acentos de verdad, me pareció un poco autoindulgente o sentimental. Se me objetará, con fundamento, que quizá O’Brien tenía derecho a eso porque se trata tanto de una novela como una profecía autocumplida, pues se pegó un tiro poco después de enterarse de que se iba a rodar la película inspirada en la novela. Se ignora si tomó la trágica decisión al enterarse de que encarnaría al protagonista –o sea, a él-- Nicholas Cage.

Están Bajo el volcán, de Malcolm Lowry… y la que se dice, no sin fundamento, que es la mejor novela sobre Madrid, El gran momento de Mary Tribune de García Hortelano, y seguro que me dejo muchos en el tintero. Se trata de una larga tradición literaria en la que viene con humildad a insertarse, a reinsertarse, el rumano Cristian Fulaș.