Asturias, geografía con letras
La comunidad autónoma reúne históricas revistas literarias, premios, autores como José Luis García Martín, Carlos Bousoño o Ángel González, y sellos que publican en español y asturiano
23 enero, 2023 19:30La revista Clarín, que comenzó su andadura en 1996, dirigida por José Luis García Martín, acaba de publicar su último número . Si en otros tiempos y latitudes se podían poner los relojes por el paso rutinario y exacto de Immanuel Kant por la plaza de su pueblo, o la pertinaz recurrencia de un cuco suizo saliendo de su cueva de tiempo y de silencio, la revista asturiana ha sido durante más de un cuarto de siglo, duración que se dice pronto pero es transcurso de veinticinco largos años, 9.125 días como le gustaría al rigor de Kant, de una puntualidad inexorable. Sus páginas han acogido no solo a escritores de su comunidad autónoma, sino, sobre todo, a narradores, poetas, viajeros contadores de periplos, traductores y reseñistas de toda España.
García Martín, Martín, como lo llaman sus amigos en la tertulia Oliver, en Oviedo, de la que es alma aún hace mucho más tiempo, es sin duda uno de los grandes polemistas literarios españoles, a menudo impertinente crítico, pero sobre todo ha sido –es– maestro para varias generaciones de escritores asturianos, no solo de la capital sino también de Gijón o Avilés, núcleos de laboriosidad poética. Además diarista, poeta, crítico, trasladador de versos, quien nació en realidad en Extremadura ha dejado una impronta perceptible en muchos de los que lo han seguido.
Impronta, precisamente, es el nombre de una editorial gijonesa que surgió hace ya una década de las cenizas de Llibros del Pexe: más que pez o pescado, ave fénix que ha vuelto a echar a volar con las alas de las páginas. Publica tanto en castellano como en asturiano, y en esta segunda lengua a la que ya nadie llama bable ha editado en su colección de libros infantiles un título que, traduciendo las habichuelas, parece que pintiparado para Asturias: Xuan y les fabes máxiques. Es esta, además, la casa editora de Anáfora, espléndida revista literaria dirigida por Pablo Núñez y Candela de las Heras que tampoco falta nunca a su cita con los lectores y en la que se codean las figuras más respetadas con las que justo ahora despuntan.
Rodrigo Olay, flamante premio Emilio Prados de Poesía Joven, es una de las firmas habituales de la publicación, y en su persona une la condición de docto profesor casi adolescente (con la señal ya de catedrático entre los ojos) a la de poeta pulcro y virtuoso de las formas que no empecen la emoción. Uno de los más brillantes, forma en la vanguardia del pequeño ejército de muy buenos poetas asturianos que tiene capitanes como Javier Almuzara, Marcos Tramón, José Luis Piquero (desde hace mucho en Andalucía, pero sin olvidar sus raíces) o Martín López Vega, actual jefe de gabinete del Instituto Cervantes y residente en Madrid (es un decir, porque siempre está en Cracovia o en Lima, llevado por sus responsabilidades de embajada cultural).
Sofía Castañón es poeta en ambas lenguas, y escritores en asturiano son Berta Piñán, Xuan Bello, Antón García, Xandru Fernández, Pablo Antón Marín Estrada o Xaime Martínez. Bello fue el autor del libro escrito en asturiano que ha tenido más difusión en el conjunto ibérico: Historia universal de Paniceiros, un prodigio de universalidad desde lo local, vertido por él mismo al castellano. Martínez, harto más joven, dio un golpe de timón a su carrera literaria y decidió encauzarla a través del asturiano, lengua en la que acaba de publicar la novela “de vaqueros” La fuercia o les 4 epifaníes de Martín Feito.
De Asturias son igualmente Ángeles Caso, Eugenia Rico o Ricardo Menéndez Salmón, los tres con buena proyección nacional, más comercial en el caso de ellas, más de crítica o de intelectualidad lectora en el caso de él, autor en un sello eminentemente literario como es Seix Barral (Caso y Rico son ganadoras respectivamente del Planeta y del Ateneo de Sevilla, y Menéndez Salmón del Biblioteca Breve). Fue Menéndez Salmón director literario, además, de un exquisito sello gijonés, KRK, caracterizado no solo por el alto nivel de su catálogo sino también por la factura formal de sus libros en esa encuadernación ya hoy arqueológica: la tela con sobrecubierta.
Fulgencio Argüelles es otro destacado novelista, Premio Azorín y Premio Café Gijón. Su última obra es Noches de luna rota (Acantilado, 2022), donde la narración, que abarca diferentes épocas, hunde sus raíces en la Asturias revolucionaria de 1934, coyuntura insoslayable en la historia reciente, también literaria, de la región. Argüelles es colaborador habitual de El Comercio, periódico de Gijón que presta cumplida atención a las letras (ahí publica también reseñas García Martín). La Nueva España en Oviedo, perteneciente a Prensa Ibérica, proporciona ahora en su edición digital el suplemento de este grupo, Abril, desaparecido ya el que, en papel, tuviera antaño y en el que lógicamente tenía más presencia la literatura asturiana.
No está falta de premios la región. En el ensayo, cuenta con el Premio Jovellanos, convocado por la editorial Nobel, que asimismo organiza el premio, un tanto altisonante, El Mejor Poema del Mundo. En su primera edición lo obtuvo el paraguayo asentado en Oviedo Cristian David López, poeta bilingüe pero en guaraní. El Premio Alarcos, en memoria del catedrático de la Universidad de Oviedo Emilio Alarcos Llorach, lo publica la editorial madrileña Visor. Asturianos fueron también los ganadores de las dos primeras ediciones, López Vega y Almuzara. Existe también, y es buen trampolín, el Premio Asturias Joven en las modalidades de poesía, narrativa y textos teatrales.
Pero en lo que hace a los premios, unos que trascienden las lindes del antiguo reino e incluso las fronteras de España son los Premios Princesa de Asturias, de la fundación del mismo nombre en la que tiene mando en plaza el editor de Nobel, Graciano García. El dedicado a las Letras lo recibió el ovetense Ángel González en 1985, y diez años después el también asturiano (de Boal, y residente durante su infancia y juventud en Oviedo) Carlos Bousoño. Amante de la poesía, Graciano presentó en 2019 un proyecto, Asturias, Capital Mundial de la Poesía, que lógicamente puede tener poco recorrido si nos atenemos a lo literal, aunque en su espíritu está la promoción del 21 de marzo, declarado por la UNESCO Día Mundial de la Poesía.
Si Nobel tiene su importancia, otras editoriales asturianas, junto con las ya mencionadas, tienen la suya. La de la gijonesa Trea es señalada en sus varias colecciones, donde conviven entre otras materias la biblioteconomía y la creación, en la cual ha abierto punteramente un hueco a un género en boga durante el último lustro: el aforismo. Trabe y Hoja de Lata son otros nombres que hay que sumar a la lista. La primera tiene, además, como apéndice o brazo que mueve la literatura en asturiano, a Saltadera, empeñada entre otros frentes en el de la traducción de literatura universal. Así suenan los dos primeros tomos ya publicados de la trilogía de Tolkien en esta lengua románica que también sabe, por su propia historia, de espadas y de reyes: La sociedá del aniellu y Les dos torres.çLo cual nos lleva al asunto de la oficialidad del asturiano, para la que existe una plataforma de activismo y en cuyo ámbito se concede el Premiu Nacional de Lliteratura Asturiana. Aboga igualmente por la lengua Formientu. Revista de lliteratura mui moza. Menos centrada en el terruño está la revista digital El Cuaderno, con Álvaro Díaz Huici y Pablo Batalla Cueto al frente y un consejo de redacción del que forman parte, entre otros, los escritores asturianos Miguel Barrero, Jaime Priede (de Gijón los dos) y César Iglesias (Mieres).
La panoplia de la más reciente literatura de Asturias quedaría incompleta sin agavillar los nombres de Jordi Doce (también vinculado a El Cuaderno, y poeta y traductor con gran proyección nacional desde su residencia en Madrid), Fernando Beltrán, Marcos Canteli, David Fueyo, Carmen Carbajal o Ignacio del Valle entre los que están en plena madurez creativa. O Rocío Acebal, Mario Vega (ambos responsables de la revista Maremágnum), Laura Casielles, Sandra Sánchez o Ana Vega entre los más jóvenes. Una revista más surgida en los últimos años es Ítaca, dedicada a la poesía. La dirige la entusiasta Isabel Marina. Mucho más que sidra y hulla, vacas y prados, fabes y hórreos, Asturias es una importante potencia literaria uniprovincial, un reino que rinde culto a las letras, no en vano el alfa y la omega están a los pies de la cruz de su escudo. Se diría que en ella la literatura cala, como el orvallo.