Michael Ignatieff: Un premio necesario

Michael Ignatieff: Un premio necesario RTVE

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Michael Ignatieff: un premio necesario para el defensor del nacionalismo cívico

La concesión del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024 a Michael Ignatieff es uno de los grandes aciertos de la Fundación en los últimos años

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La concesión del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024 a Michael Ignatieff es uno de los grandes aciertos de la Fundación en los últimos años. La ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2024 se celebra este viernes. Y Michael Ignatieff, escritor, ensayista, académico y ex político canadiense recibirá el galardón de la mano de la princesa Leonor.

Como se menciona en el acta del jurado, presidido por Alejandro Portes, “la aportación de [Michael Ignatieff] constituye una referencia imprescindible para orientarnos en un presente tan cargado de conflictos bélicos, polarización política y amenazas a la libertad”.

Del conjunto de su obras, Sangre y pertenencia, publicado por primera vez en 1993, y con una primera edición en español de 2012 (El Hombre del Tres, traducción de Miguel Aguilar), es el libro que mejor describe el nacionalismo, una de las amenazas que de forma ininterrumpida acecha a Europa y a España.

En una de las críticas en el momento de su publicación en español, se mencionaba el arduo objetivo del libro: comprender los misterios de la identidad nacional (Juan Avilés, El Español,13/7/2012). A este objetivo puede añadirse entender cómo el nacionalismo ha cambiado y definido el rumbo de Europa a través de su inmersión en la política. Para ello, el autor se embarca en un viaje a regiones y países donde este ha sido un elemento fundamental de su historia.

El viaje, que incluye Ucrania, Serbia y Croacia, Alemania y Quebec, no tiene desperdicio alguno pero, incluso si el lector contara con poco tiempo, solo necesitaría leer las primeras veinte páginas para encontrar uno de los más lúcidos ensayos sobre el nacionalismo y la dicotomía existente entre sus dos tipos.

Por un lado, el nacionalismo cívico, bajo el que se comparten un conjunto de valores, como la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos. La raza, etnia u origen de nacimiento pasa a un segundo lugar, ya que la construcción de una identidad nacional se basa en esos principios comunes.

En el otro lado está el nacionalismo étnico, preocupado por exaltar la superioridad de los ciudadanos de una raza o región y para el que, como destacaban los editores del libro, el objetivo es resaltar lo que nos separa, incluso cuando esto es mínimo. "El narcisismo de la pequeña diferencia", en la cita de Freud.

La edición en español incluía un epílogo, donde Ignatieff describía cómo la situación había mejorado desde la publicación de la primera edición del libro, debido a la menor influencia del nacionalismo; ausencia de guerras en Europa, un contexto positivo en Oriente Medio y, en el caso de España, el final definitivo de terrorismo independentista.

La portada del libro de Ignatieff

La portada del libro de Ignatieff

La situación de hoy es distinta. El nacionalismo étnico se está tornando una amenaza a la Europa liberal y observamos cómo la apelación a la patria, las raíces y la identidad nacional -algunas veces solo supuesta- están definiendo la política europea. El Brexit, la guerra de Ucrania y el auge de partidos populista a la derecha y a la izquierda son el resultado de la instrumentación del nacionalismo para conseguir objetivos políticos y económicos por distintas minorías.

España es un buen ejemplo del poder del nacionalismo y de cómo el realismo político se puede apoderar de la agenda de un país, dejando a un lado muchos de los principios de desarrollo institucional y construcción de ciudadanía correspondientes a un país moderno, abierto y con futuro.

El nacionalismo en España lucha contra dos realidades. Por un lado, el crecimiento de población necesario para mantener el crecimiento de nuestra economía y que exige una política migratoria de estado, realista y sostenible. La otra realidad es España como nación. Frente a ella, vemos las genuflexiones de los partidos nacionalistas para resaltar las diferencias.

Como dice Ignatieff, el nacionalismo cívico es el que mejor se ajusta -si no el único- a nuestra realidad y futuro sociológico. Tenemos la oportunidad, además, de poder aprender de los aciertos y errores de otros países y de encontrar nuevas soluciones y mejores políticas. La contribución de Michael Ignatieff a comprender mejor la historia y a proteger Europa de las verdaderas amenazas externas e internas es más necesaria que nunca.

Enhorabuena de nuevo a la Fundación Princesa de Asturias por la concesión del premio a un autor cuya obra contribuye de forma excepcional a comprender mejor la historia de Europa y protegerla de una de las amenazas más poderosas.

Miguel Solana es socio fundador de la editorial El Hombre del Tres. Sangre y pertenencia fue el primer libro publicado por la editorial.