¿Cuáles son los peores finales de las series?
Una década después de que concluyera, el guionista de 'Perdidos' continúa con las explicaciones acerca de su abrupto final
27 octubre, 2020 23:58Diez años después de que se acabara su sexta temporada, Perdidos (Lost) sigue resultando interesante para muchas personas, sobre todo para todos aquellos aficionados que no terminaron contentos con el último y controvertido episodio de la serie, en el que no se cerraban todos los enigmas (y eran muchos) que se habían ido planteando desde su episodio piloto, cuando el famoso avión de Oceanic Airlines sufría un accidente y caía en una isla en mitad del pacífico.
Por eso no es de extrañar que en la Comic-Con de Nueva York, Damon Lindelof, uno de sus principales responsables, fuera cuestionado por ello, a pesar de estar allí promocionando Watchmen.
Con filosofía
Más allá de molestarse por las reiteradas preguntas sobre una serie que acabó hace una década y que tuvo uno de los peores finales para mucha gente, Lindelof se mostró cercano e incluso bromista. Y llegó a dar alguna pincelada sobre alguno de esos misterios.
Sobre el humo negro o el monstruo dijo que “era una especie de fantasma, dado que podía tomar la forma de un muerto", a lo que añadió: "Así pudo Jack ver a su padre, Eko a Yemi, y Shannon a Walt. Así pues, el hecho de que Ben Linus pudiese controlar al monstruo de alguna manera, y que el propio monstruo era también la manera en la que aparecían los susurros por la selva tiene sentido".
Poco más de 'Perdidos'
Claro que tampoco se explayó más, aunque dejó un par de apuntes que pueden resultar interesantes para los que aún buscan explicaciones a cómo finalizó un fenómeno de masas como Lost. La primera era que hubo “algunas escenas que no se incluyeron en la serie y que responden a algunas preguntas concretas y que nos llevaremos a la tumba”.
Y la segunda es que, aunque ellos no tienen ninguna razón para hacer una secuela o un reboot de la serie, considera que “ha pasado el tiempo suficiente para que una generación entera de gente que creció viendo Perdidos diga ahora: 'Hey, soy guionista y tengo una idea para esto'”. Es decir, dejó la puerta abierta a que nuevos autores retomen la historia de la Isla.
El final de 'Perdidos', entre los peores
Como resulta evidente, el final de Perdidos se encuentra entre los que menos han satisfecho al público en cuestión de series. Y aunque los autores han reconocido que solo iba a haber tres temporadas (y no seis), lo cierto es que, a pesar de que se aporta una idea de lo que pudo ocurrir en el accidente de avión, quedan tantas respuestas por dar que la audiencia se quedó fría al verlo.
Por ello, el final de la historia de Jack, Locke y Kate se convirtió con todo merecimiento en uno de los peores finales de series de la historia de la televisión. Pero no ha sido el único.
'Juego de Tronos'
En los últimos tiempos no cabe duda de que el final que más detractores se ha ganado fue el de Juego de Tronos. David Benioff y D. B. Weiss fueron muy criticados en la concepción de la última temporada, en la que (spoilers) no solo aceleraban la resolución del conflicto, sino que además convertían a uno de los personajes más queridos, el de Daenerys, en una especie de psicópata que debía ser eliminada por su amante Jon Nieve.
Para muchos seguidores, en el momento en que ambos guionistas se quedaron sin el material que George R.R. Martin había publicado en sus libros, la serie comenzó a perder fuerza, perdiendo las características que la habían convertido en la favorita de millones de personas en todo el mundo.
'House of Cards'
Otro de los finales que no gustó a los telespectadores, de acuerdo con la puntuación que le dieron al último episodio en IMDB, fue el de House of Cards, la serie que sigue los tejemanejes del matrimonio Underwood en el gobierno de Estados Unidos. Y es que después de una última temporada buscando al asesino de Frank (un denostado Kevin Spacey por sus escándalos sexuales) se llegó a un abrupto final en el que el personaje de Claire (Robin Wright) se queda mirando a la cámara.
De mal gusto fue considerado el final de Dos hombres y medio, comedia en la que Ashton Kutcher tuvo que sustituir a un díscolo Charlie Sheen, el alma máter de la serie hasta entonces. Lo más curioso es que el personaje de Sheen volvió en el capítulo final… para ser aplastado por un piano. Y claro, nadie le vio sentido a esa aparición.