'Los renglones torcidos de Dios' se llevará al cine

Una de las noticias que más han llamado la atención en el cine español en los últimos días ha sido el anuncio de que se rodará una versión cinematográfica de la famosa novela de Torcuato Luca de Tena, Los renglones torcidos de Dios.

De igual modo, también ha llamado la atención el nombre de la protagonista de la adaptación. La elegida ha sido la ganadora del Goya por Magical Girl Bárbara Lennie, que además ha participado en grandes producciones en los últimos años, tales como El reino, Oro y Contratiempo.

Un “Contratiempo” que no lo fue

Precisamente en esa última película coincidió con Oriol Paulo como director, y ahora lo volverá a hacer para encabezar una historia en la que pueden dibujar un ambiente angustioso como los que le gustan filmar al propio Paulo.

No en vano, ya en Contratiempo, con Mario Casas, José Coronado y Ana Wagener, conseguía una atmósfera sofocante para la pareja protagonista y culpable de atropellar a un joven y darse a la fuga.

Cartel promocional de Contratiempo / ATRESMEDIA CINE

Todo un especialista

Al trabajo en Contratiempo, hay que sumar la labor de Oriol Paulo en el resto de largometrajes de su carrera. En El cuerpo dirigió con maestría a Belén Rueda, José Coronado y Hugo Silva en una temática muy similar a la que se pudo ver en la anterior película.

Asimismo, en la menos conocida Durante la tormenta, haría lo propio con Adriana Ugarte y Chino Darín para conseguir un thriller con viajes temporales más que interesante.

“Los renglones torcidos de Dios”

Ahora le ha llegado el turno con la obra de Luca de Tena, una de esas novelas que año tras año sigue cautivando a nuevos lectores a pesar de que fuera publicada hace ya 41 años, en 1979.

En ella se cuenta la historia de Alice Gould, a la que dará vida Bárbara Lennie, una detective que se interna en un hospital psiquiátrico con el objetivo de seguir una serie de pistas relacionadas con un caso de homicidio que está investigando. Sin embargo, nada es lo que parece para Gould en el psiquiátrico, hasta tal punto que no sabrá si la que realmente tiene problemas mentales es ella misma.

Portada de Los renglones torcidos de Dios / EDITORIAL PLANETA

Marcada experiencia

Así pues, Paulo tendrá la oportunidad de trabajar con un material en el que podrá dar rienda suelta a su particular modo de hacer cine y conseguir, quizás, el ambiente que Luca de Tena supo reflejar en las páginas de su novela después de internarse 18 días en un centro psiquiátrico, en el que convivió con enfermos mentales que le influyeron mucho en la redacción de la novela.

Fue tal la impresión que le provocó su estancia que escribió esta dedicatoria en la obra: “Los renglones torcidos de Dios son, en verdad, muy torcidos. Unos hombres y unas mujeres ejemplares, tenaces y hasta heroicos, pretenden enderezarlos. A veces lo consiguen. La profunda admiración que me produjo su labor durante mi estadía voluntaria en un hospital psiquiátrico acreció la gratitud y el respeto que siempre experimenté por la clase médica. De aquí que dedique estas páginas a los médicos, a los enfermeros y enfermeras, a los vigilantes, cuidadores y demás profesionales que emplean sus vidas en el noble y esforzado servicio de los más desventurados errores de la Naturaleza”.

La primera española

Aunque será la primera adaptación que se lleve a cabo en nuestro país --se espera que el rodaje comience en mayo del año 2021--, ya hubo una película anterior que se centraba en la famosa novela, aunque de origen mexicano. Fue rodada en el año 1983 y estuvo dirigida por Tulio Demicheli y protagonizada por Lucía Méndez y Gonzalo Vega.

Eso sí, para esta ocasión, el director ha decidido modernizar el texto y adaptarlo a una época más actual que la que se vivía en España a finales de los años 70 del pasado siglo. Claro que en esa transición no perderá el verdadero espíritu de una novela que lleva al lector de la cordura a la locura constantemente, sin saber si Alice Gould es quien dice ser, si es la persona más cuerda del mundo o si, por el contrario, está sumida en el caos de una mente que la sitúa como investigadora de un crimen.