La bendita locura de 'Mad'
Esta revista estadounidense fue una de las cumbres del humor gráfico de todos los tiempos y así lo entendieron los franceses
25 junio, 2023 22:57Los franceses, siempre al quite, publicaron en 1978 un libro titulado Les année folles de Mad (Los años locos de Mad) con el que me hice en uno de mis frecuentes viajes a París por esa época. El libro consistía en una antología de la (considerada) era dorada del comic book humorístico Mad, creado en 1952 por el gran Harvey Kurtzman (1924 – 1993) y editado por William M. Gaines (1922 – 1992), quien había heredado de su padre una compañía dedicada a la fabricación de tebeos y que atendía por EC (Educational Comics, según Gaines Sr., y Entertaining Comics, según Gaines Jr., quien prefería que los comics fuesen entretenidos antes que educativos). El fuerte de EC eran los tebeos de guerra y los de terror y ciencia ficción, por lo que Kurtzman tuvo que emplearse a fondo para que le dejaran hacer uno de risa y consagrado básicamente a las parodias (principalmente, de otros comics, pero también de cualquier asunto que se le pasara por la cabeza al bueno de Harvey en su condición de guionista absoluto capaz de escribir para varios dibujantes y llenar un comic book exclusivamente con los frutos de su delirante cerebro).
De la misma manera que los tebeos Bruguera tuvieron una influencia evidente en el comic alternativo español de finales de los 70 (pienso, sobre todo, en el difunto Miguel Gallardo), el Mad de los primeros tiempos (entre 1952 y 1956, con Kurtzman disfrutando de plenos poderes) la ejerció sobre el underground norteamericano de Robert Crumb o Gilbert Shelton y también sobre varios humoristas franceses que tuvieron su propia edad de oro en la revista Pilote, como el guionista René Goscinny o el dibujante Marcel Gotlib. A esa conclusión llegué tras tragarme Les années folles de Mad, cuya impronta llegó hasta mí mismo (por ciencia infusa, deduzco) cuando hacía mis pinitos como escritor de tebeos junto a mi compadre de los escolapios Toni Olivé como dibujante (éramos bastante malos, pero teníamos buena intención: nueva información más adelante, cuando reúna el valor y supere la vergüenza).
Harvey Kurtzman también dibujaba, pero su estilo esquemático, ideal para su obra más personal, no era el apropiado para las muy serias parodias gráficas de la primera época de Mad. Afortunadamente, pudo recurrir a los servicios de enormes dibujantes como Jack Davis, Wallace Wood y Will Elder, capaces de dominar tanto el registro serio como el cómico, a los que obligaba a seguir al pie de la letra sus bocetos, costumbre que acabó trayéndole problemas con otros artistas. También los tuvo con su editor, quien tuvo que aguantarle más de la cuenta porque la justicia meapilas norteamericana le chapó en 1955 sus tebeos de terror y fantasía, aduciendo que potenciaban la delincuencia juvenil (así terminaron su brillante trayectoria revistas como Tales from the crypt, The vault of horror o Weird fantasy) y solo le quedó Mad para esquivar la ira de los moralistas al mando (aunque tuvo que suavizar un poco los contenidos, cosa que irritó a Kurtzman).
Gaines y Kurtzman acabaron mal (aunque hicieron las paces en la década de los 80). Kurtzman quería control total y el 51% de las acciones de Mad. Gaiman le dijo que no y lo sustituyó por Al Feldstein (entre 1956 y 1984), un tipo muy eficaz (fue quien se inventó a la mascota de la publicación, Alfred E. Neuman, un tipo de edad imprecisa y cara de badulaque que pretendía retratar al americano medio), pero cuya idea de revista de humor no coincidía con la de su predecesor. Harvey Kurtzman ejerció apenas durante cuatro años (1952 – 1956) de mandamás en el Mad seminal, pero fueron suficientes para la introducción en el comic estadounidense de un humor bestia y salvaje y para influir considerablemente en dibujantes y guionistas de todo el mundo. Tras marcharse de EC, nuestro hombre hizo amistad con el magnate de Playboy, Hugh Hefner, quien le permitió publicar desde 1962 y durante más de dos décadas las aventuras erótico-humorísticas de Little Annie Fanny, dibujadas por Will Elder (nota: si Dick es un término de argot para Pene, Fanny lo es para Vagina). Kurtzman también sacó una serie de revistas, financiadas por Hefner u otros editores, que no tuvieron una vida muy larga (Trump, Humbug o Help!). En cualquier caso, el Mad en español que yo descubrí a principios de los 70 en Barcelona (no sé si la edición era mexicana o argentina) ya no tenía nada que ver con el prodigioso invento del señor Kurtzman - aunque resultara mucho más rentable (Mad pasó a mejor vida definitivamente tras el número de octubre y noviembre de 2019)- que descubrí a finales de los 70 gracias, como de costumbre en aquellos tiempos, a los franceses y que me parece una de las cimas del humor gráfico de todos los tiempos.