Catedral de Tortosa

Catedral de Tortosa TURISME CATALUNYA

Historia

No lo sabías: la catedral del Ebro, un Monumento Nacional que brilla en una desconocida ciudad de Cataluña

Esta basílica se erige sobre el antiguo foro románico y una vieja mezquita

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Las catedrales no solo están en las capitales de provincia. Por muy espectaculares que sean las de Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona, hay una basílica que logró ser considerada catedral. La importancia histórica del municipio y la majestuosidad de la iglesia bien lo merecía. Se trata de Santa María de Tortosa.

Situada en el corazón histórico de la ciudad y junto al río Ebro, es uno de los ejemplos más monumentales del gótico catalán y una obra que condensa siglos de historia arquitectónica y religiosa

De foro románico a basílica

Considerada Monumento Nacional desde 1930, esta iglesia se levanta sobre el antiguo foro romano y sobre una mezquita transformada en catedral tras la conquista cristiana de 1148. El actual edificio, en cambio, comenzó a construirse en 1347 bajo el impulso del obispo Bernardo Oliver. 

La primera piedra de la nueva catedral se colocó ese año, y aunque el altar fue consagrado en 1441, las obras se prolongaron durante 400 años hasta la inacabada fachada barroca del siglo XVIII. En 1931, la iglesia fue elevada al rango de basílica.

Quién construyó la catedral

El trazado inicial fue obra de Antoni Guarc, aunque finalmente se adjudicó a Bernat Dalguaire, quien probablemente adaptó los planos originales. La construcción del ábside, con su compleja girola doble única en Cataluña, fue una de las partes más laboriosas y se desarrolló entre los siglos XIV y XV. 

La cabecera presenta una disposición en tres niveles de vitrales, resultado de la disminución progresiva de altura entre nave, deambulatorio y capillas radiales, que inunda de luz el presbiterio. 

Catedral de Tortosa

Catedral de Tortosa WIKIPEDIA

Composición

Las tres naves del templo, separadas por imponentes pilares, están cubiertas con bóvedas de crucería y flanqueadas por capillas laterales. En los tramos finales, debido a la prolongada duración de las obras, el estilo gótico fue dando paso a soluciones renacentistas como la bóveda de cañón con casetones. 

La reja del presbiterio, del siglo XVI, es otro ejemplo notable: una pieza de hierro forjado inspirada en modelos renacentistas castellanos, decorada con motivos grutescos y rematada con flores de lis.

El retablo

Otro de los elementos más emblemáticos del templo es el retablo del altar mayor, dedicado a la Mare de Déu de l'Estrella. Realizado en 1351 en madera policromada y dorada, presenta una compleja composición escultórica y pictórica con escenas de la vida de la Virgen y de Cristo, y su autoría se atribuye a Pere Moragues

La tradición indica que este retablo se encontraba ya en la anterior iglesia románica y fue trasladado al nuevo presbiterio en 1441. A lo largo del tiempo, la catedral ha ido acumulando un destacado conjunto de obras artísticas, como el retablo del Nombre de Jesús del siglo XVI o los dos púlpitos con representaciones de los Evangelistas, del XV. 

Museo de la Catedral de Tortosa

Museo de la Catedral de Tortosa TERRES DE L'EBRE

El coro

Por su parte, el coro, tallado entre 1587 y 1593 por Cristóbal de Salamanca y su taller, a partir de madera de roble navarro, contiene 75 sitiales ricamente decorados. Fue desmontado durante la Guerra Civil, restaurado posteriormente y trasladado al antiguo dormitorio canonical.

Con todos estos años que han pasado desde su construcción, el cambio estilístico más notable se produjo a partir de 1620, cuando se decidió completar la fachada principal en estilo barroco. Aunque el proyecto inicial fue diseñado por Martí Abaria, la versión que se ejecutó entre 1728 y 1757 fue obra de Antoni Ferrer, más clasicista y menos ornamentada. 

La fachada

La fachada quedó inacabada, sin alcanzar los cinco niveles previstos ni construir las dos torres de 61 metros. La piedra utilizada procedía de varias localidades ribereñas como Flix o Ascó. 

Desde su restauración entre 2021 y 2022, la fachada ha recuperado sus tonos originales rosados, blancos y negros, y se abre directamente al río Ebro tras el derribo de edificios que la ocultaban. Otra entrada destacada es la Puerta del Olivo, acceso habitual desde el claustro, decorada con columnas salomónicas, esculturas de santos y un remate barroco con la Virgen de la Cinta entre San Pedro y San Pablo.

Catedral de Tortosa

Catedral de Tortosa WIKIPEDIA

Cómo es la catedral por dentro

En el interior destaca también la capilla barroca de la Virgen de la Cinta, patrona de la ciudad, iniciada en 1672 y decorada con jaspes, mármoles, pinturas y esculturas. Su cúpula central está adornada con frescos de Dionís Vidal y Josep Medina, y en su altar se encuentra la reliquia de la Santa Cinta en una urna de plata realizada por los Tramulles. 

Además, el templo conserva la pila bautismal del siglo XIV, y una capilla dedicada a San Pedro con relieves atribuidos a Pere Moragues. El campanario, de planta cuadrada y escasa altura, conserva hoy ocho campanas que marcan los cuartos de hora con la melodía de los Gozos de la Mare de Déu de la Cinta. Nueve de las diez campanas originales fueron destruidas durante la Guerra Civil.

El claustro

El claustro, de planta trapezoidal y arcos ojivales, pertenece a la fase románica y se construyó entre los siglos XII y XIII. En sus galerías se reunía el consejo de la ciudad en la Edad Media y hoy conserva una colección de lápidas medievales y restos arqueológicos como una ventana visigótica y una lápida trilingüe (latín, hebreo y griego). 

Bajo el claustro se conserva un refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil. En torno a este espacio se organizan las antiguas dependencias canónicas: el refectorio, el aula mayor, el dormitorio y el aula menor, donde hoy se custodia el archivo capitular.

Detalle de la Catedral de Tortosa

Detalle de la Catedral de Tortosa PATRIMONI DE CATALUNYA

Los tesoros de la basílica de Santa María

Por último, destacar que la catedral del Ebro alberga un valioso tesoro artístico y litúrgico que se expone en una muestra permanente abierta al público desde 2007. Entre las piezas destacan una arqueta árabe del siglo XII, relicarios góticos y renacentistas, una imagen de la Virgen de la Cinta en plata de 1706, y una custodia valenciana de 1638.  Del ajuar del obispo Arnau de Jardí se conservan su anillo de bronce dorado, unos guantes de seda del siglo XIII y un báculo de marfil con decoraciones figuradas. 

Otro de los tesoros de la iglesia se encuentra en el ámbito bibliográfico. En él, sobresale el misal de San Rufo de Aviñón, del siglo XII, con cubiertas esmaltadas, y un códice de San Agustín del siglo XIII. Una joya textil es el tapiz flamenco de la Pasión, atribuido a Joan Falsison. 

¿Por qué una catedral en Tortosa?

Lo que se preguntan muchos es cómo una ciudad como Tortosa tiene una catedral y por qué es tan majestuosa. Y la respuesta, una vez más, se encuentra en los libros de historia.

Hace falta viajar hasta la Edad Media, cuando la ciudad era uno de los puntos clave de la Corona de Aragón. Su vasta extensión, las grandes rentas eclesiásticas vinculadas, el palacio episcopal que había y el hecho de que el municipio concentrara un gran poder económico por tener el único que atravesaba el río Ebro entre su desembocadura y Zaragoza, hicieron de la ciudad casi una capital más digna de una catedral como la basílica de Santa María.