El edificio modernista catalán que nadie conoce y es Patrimonio Histórico: alucinarás con su forma de huevo
Mientras Gaudí acapara toda la atención del modernismo, otros edificios icónicos pasan desapercibidos
21 septiembre, 2024 09:00Noticias relacionadas
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Cuando se habla de modernismo catalán, el nombre de Antoni Gaudí suele ser el primero que surge en la conversación, seguido por edificios icónicos como la Sagrada Familia, el Park Güell o la Casa Batlló en Barcelona. Sin embargo, el modernismo no es solo cosa de Gaudí ni sólo existen edificios de estilo modernista de la capital catalana.
Ejemplos de ello hay muchos y variados. Por nombrar arquitectos, hay figuras de la talla de Puig i Cadafalch, autor de edificios como la Casa Amatller o la Casa de les Punxes. Otro nombre clásico es el de Lluís Domènech i Montaner, que si bien es conocido por sus barcelonesas obras del Palau de la Música y el Hospital de Sant Pau, también construyó un deslumbrante palacete en Reus como es la Casa Navàs.
Modernismo lejos de Gaudí y Barcelona
El mismo Gaudí también salió fuera de Barcelona. La Colonia Güell, en Santa Coloma de Cervelló, o los Jardines de Can Artigas, en La Pobla de Llillet son una muestra del amplio espectro de este movimiento y de su presencia fuera de la ciudad condal.
Hay un nombre, por eso, que une las dos cosas, bueno, las tres. El alumno más aventajado de Gaudí, Josep Maria Jujol, pasa más desapercibido que su maestro. Tal vez, porque la mayor parte de su obra está fuera de la ciudad de Barcelona. Can Negre, en Esplugues; el Metropol de Tarragona, o el Santuario de la Mare de Déu de Montserrat o “la otra Sagrada Familia”, en Montferri, son un ejemplo de ello.
El edificio de los tres huevos
Jujol colaboró estrechamente con Gaudí, pero su capacidad creativa y originalidad en el diseño no tienen nada que envidiar al del maestro. Jujol fue, sin duda, uno de los arquitectos más arriesgados y vanguardistas del movimiento, llegando incluso a tocar el expresionismo en algunas de sus obras.
Una de las creaciones más desconocidas, pero fascinantes de Jujol es la Torre de la Creu, más conocida popularmente como la Torre dels Ous (Torre de los Huevos). Este particular proyecto es de una belleza fuera de lo común, pero su historia también.
Un encargo familiar
Todo empezó con un encargo de su tía, Josefa Romeu i Grau, viuda de Gibert. La familiar quería construir dos casas de veraneo, dándole total libertad a su sobrino a la hora de crear su diseño. Y Jujol, lo hizo de buen gusto.
El proyecto fue aprobado por el ayuntamiento el 11 de octubre de 1913. Creo dos casas simétricas basadas en cinco cilindros coronados por un tejado con cúpulas: tres dan forma a la estructura de la casa, los otros dos alojan las escaleras que llevan al segundo piso y a los miradores.
Pero sin duda, si por algo destaca es por sus tejados. Recubiertos inicialmente con trencadís de vidrio, sufrió una posterior reforma que sustituyó este material por cerámica de colores. La reforma también la hizo alguien muy cercan, Tecla Jujol, hija del arquitecto. Todo quedó en familia.
Construida entre 1913 y 1916, la torre se encuentra en Sant Joan Despí, es un ejemplo perfecto de cómo el modernismo puede sorprender y fascinar incluso más allá de las obras más reconocidas.
Cómo es
La Torre de la Creu se alza en cinco cilindros de planta circular que albergan las estancias, a las que se accede por unas sinuosas escaleras de caracol, sí, pero la estrella son los citados tejados, que le dan el popular y curioso nombre de la Torre dels ous.
Las cúpulas de cerámica que coronan el edificio recuerda a un puñado de huevos. Y más con la reforma hecha por su hija. El diseño, cargado de simbolismo y fantasía, refleja en cualquier caso la total libertad creativa que Jujol tuvo en este encargo. Incluso las labores de forja que adornan el edificio muestran un trabajo artesanal de gran detalle.
Últimas reformas
Más allá de los cambios que hizo Tecla Jujol, a lo largo de los años, la torre ha sufrido diversas reformas, incluida una en 1966 por el arquitecto Lluís Bonet i Garí, que unió los dos edificios gemelos que originalmente formaban la torre. La restauración más reciente, llevada a cabo en 2022, devolvió los colores originales a la fachada, respetando así la visión inicial de Jujol y su pasión por el color.
Hoy en día, la Torre dels Ous es un Bien Cultural de Interés Nacional y una pieza clave en el patrimonio arquitectónico de Cataluña. Lo curioso es que pese a estos reconocimientos y su particular forma, sigue siendo un secreto para muchos.
Para los interesados en descubrir esta joya modernista, es posible realizar una visita guiada dentro del Itinerario Jujol, que ofrece un recorrido por varias de las obras del arquitecto en Sant Joan Despí. Este itinerario incluye visitas a la emblemática Can Negre, la Torre Jujol y otros edificios que muestran la increíble capacidad de Jujol para unir sencillez, familia y originalidad. Una forma única, ejemplo perfecto de cómo el modernismo, en todas sus variantes, sigue sorprendiendo con tesoros ocultos como este.