Los colores ocultos de la Casa Batlló: la obra de Gaudí cambia de cara

Gaudí siempre es misterio. Por mucho que se hagan estudios, siempre hay simbología que no acaba de ser descifrada o, si se hace, cuesta determinar taxativamente su significado o saber por qué el arquitecto lo puso allí.

De la Casa Batlló parecía saberse casi todo. Este edificio situado en pleno centro de Barcelona, que imita la forma de un dragón y que incluso esconde en sí misma la leyenda de Sant Jordi, es una de las joyas arquitectónicas más emblemáticas del arquitecto de Reus, pero hace unos meses se descubrió algo que se desconocía.

Descubrimiento inesperado

La creación de Gaudí, como suele pasar con los monumentos históricos, requiere de una remodelación, una restauración para que todo brille como siempre y no se venga abajo. Ahora, le ha tocado el momento a la fachada posterior.

Este proceso, que se encuentra todavía en marcha, ha generado una sorpresa inesperada. Los restaurados que trabajan allí han descubierto los colores originales de esta parte menos conocida del edificio. El hallazgo pilló a todos por sorpresa.

Trabajos de restauración

La fachada interior de la Casa Batlló se puede contemplar desde el patio que tiene el mismo edificio. Cuando el visitante salía allí, no veía nada exageradamente destacable o que mereciera mayor atención. Ahora, con este descubrimiento, los responsables de su mantenimiento aseguran que esta parte del inmueble cambiará radicalmente su aspecto visual tal como se conocía hasta ahora.

Todo empezó en noviembre de 2023. Esa fue la fecha en que se iniciaron las obras de restauración de esta parte de la casa. Todo parecía ir según lo planeado. Hasta que a mitad del trabajo, sobre el mes de abril de este 2024, se reveló una nueva paleta de colores en esta cara del edificio.

Cómo se verá ahora

Tal y como ha quedado constatado con los trabajos, la fachada interior de la Casa Batlló incluye en realidad tonalidades blancas y grises, un hecho que contrasta significativamente con las anteriores. Las verjas y balcones de hierro forjado, que hasta ahora lucían un gris oscuro, se han transformado en un blanco reluciente, tal y como lo eran en su origen.

Los estucos amarillentos han pasado a un elegante gris oscuro, mientras que las ventanas, antes de un verde llamativo, ahora muestran un sobrio tono blanco. Este cambio, descrito por los arquitectos como un "negativo total" de lo que se conocía, ofrece una nueva perspectiva sobre la intención original de Gaudí.

Más allá de los colores

Las noticias no se han quedado en los colores y aspectos cromáticos, la restauración ha revelado detalles técnicos y estructurales únicos que muestran la creatividad inagotable de Gaudí. Se ha descubierto un sistema de vigas que sostiene los balcones de una manera muy inusual: en lugar de utilizar las típicas ménsulas, Gaudí implementó un sistema de tirantes, algo poco común incluso en sus obras. Este descubrimiento añade una nueva capa de complejidad a la comprensión de los métodos innovadores del arquitecto.

Todo esto se ha descubierto en la que, hasta la fecha, es la primera intervención integral en la fachada posterior del edificio desde que Gaudí reformó la casa en 1906 para la familia Batlló. Con una inversión de 3,5 millones de euros, el proyecto busca devolver al edificio su aspecto original y ofrece a los visitantes la posibilidad de ver en directo los trabajos de restauración, que esperan poder finalizar este otoño de 2024.

La Casa Batlló, un referente

La Casa Batlló es, desde hace años y por razones más que evidentes, un símbolo del modernismo catalán y una manifestación del genio creativo de Gaudí. Ubicada en el Paseo de Gracia, la casa destaca por su diseño innovador, sus formas orgánicas y su colorido mosaico de trencadís, técnica que consiste en pequeños fragmentos de cerámica, vidrio y otros materiales, que decora su fachada principal.

La obra fue un encargo de una familia burguesa catalana que quiso dar un aire nuevo a un edificio ya existente. La intervención de Gaudí le dio un aire completamente original para la época y todavía a día de hoy, que atrae a millones de visitantes cada año.

Fachada de la Casa Batlló

Un edificio existente

Gaudí transformó una casa convencional en una obra de arte viviente, llena de detalles inspirados en la naturaleza y el mar. Sus balcones ondulados, que parecen calaveras, y las columnas en forma de hueso hacen que el edificio sea conocido popularmente como La Casa de los Huesos.

El interior de la Casa Batlló es igualmente impresionante, con una serie de innovaciones arquitectónicas como la escalera principal que recuerda a la columna vertebral de un animal, un patio de luces diseñado para optimizar la entrada de luz natural, y un techo que evoca el lomo de un dragón, una de las criaturas simbólicas en la obra de Gaudí.

Puesta en valor

La fachada posterior de la Casa Batlló es menos conocida pero igualmente fascinante. Según los gestores del edificio, esta parte de la casa simboliza una planta trepadora floreada, decorada con trencadís en sus laterales y balcones que evocan ramas entrelazadas. Esta composición refuerza la conexión de Gaudí con la naturaleza y su habilidad para integrar elementos vegetales en la arquitectura, haciendo de la casa un jardín vertical en el corazón de la ciudad.

La actual restauración busca recuperar la apariencia original de la fachada posterior de un edificio que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005. Eso implica mucha responsabilidad, pero también la oportunidad de resaltar la complejidad del diseño de Gaudí, que sigue siendo fuente de estudio y admiración. Encontrar nuevos hallazgos no estaba previsto. Ahora, es un nuevo aliciente para ir o repetir una visita a la Casa Batlló.