Cataluña está cargada de historia. Se ve en sus castillos, las murallas de algunas de sus ciudades, puentes y absolutos monumentos que se conservan incluso desde la prehistoria.
No hace falta ir tan lejos, pero antes de la llegada de los romanos, en este territorio hubo varios asentamientos íberos que quedaron sepultados y que el azar o la mano del hombre ha hecho salir a la luz. En este sentido, los catalanes son unos afortunados.
Origen del pueblo
Uno de estos puntos en que el pasado ha salido a flote de manera majestuosa es Ullastret. Este municipio de la comarca del Baix Empordà (Girona) de sólo 265 habitantes, es conocido por ser el pueblo más antiguo de Cataluña.
Para empezar, el pueblo se encuentra en una ubicación espectacular, en el margen derecho del río Daró. La primera documentación histórica sobre Ullastret data del siglo IX, en el año 834, cuando se tienen noticias del caserío de Velloses. En el siglo XIX el estanque de Ullastret fue desecado para dar paso a nuevas tierras de cultivo.
Qué ver
Pero si por algo destaca este lugar es porque al este del municipio se encuentra uno de sus principales atractivos, el yacimiento ibérico del Puig de Sant Andreu de Ullastret. Considerado la ciudad ibérica más grande de Cataluña de aquella época, allí se halla ahora una de las sedes del Museo de Arqueología de Cataluña.
La razón de su tamaño es que Ullastet fue la capital de la tribu ibérica. A ella hacían mención autores como Avieno, Ptolomeo, Estrabon y Plinio el Viejo, que hablaban de los indiketes que habitaban las comarcas del Empordà y la Selva.
Un yacimiento espectacular
Este pueblo se dividía en dos, como muestran sus ruinas. Por un lado, la zona del Puig, es decir, de la colina. Pero en lo que ahora se conoce como Illa d'en Reixac, hubo un segundo asentamiento, situado en medio de un lago de grandes dimensiones.
Cuando todavía no se llamaba Ullastret y este territorio era de los íberos, llegaron a vivir allí más de 6.000 personas. Eran los siglos IV y III a.C. De aquella época todavía quedan los restos de los templos, calles, casas nobles.
Murallas
Pero si algo se conserva casi idéntico a cómo estaba en esa época es las murallas. Todavía hoy se pueden apreciar imponentes muros íberos que defendían la ciudad de las invasiones griegas y romanas.
Ullastret siempre ha sido un punto estratégico, la conexión del mar y el interior. Era una gran capital del comercio al que le hacía la competencia la griega Empúries, muy cercana.
Nuevos descubrimientos
Pero todavía queda mucho por conocer de aquella época. Todavía se realizan intervenciones arqueológicas. Las Las últimas, realizadas en 2012, permitieron rehacer prácticamente todo el entramado urbano del asentamiento de la Illa d'en Reixach.
En el asentamiento del Puig también se hicieron prospecciones alrededor de la muralla que sacaron a la luz la forma y dimensiones del gran foso que rodeaba la ciudad. Un hecho que puso en evidencia la potente defensa de los íberos.
Qué hacer
En el año 2000, la UNESCO declaró el yacimiento arqueológico de Ullastret como Patrimonio de la Humanidad. Actualmente, es posible realizar visitas a los vestigios de los antiguos asentamientos que incluyen los imponentes muros de la fortaleza, las casas de los iberos, los templos y los pozos.
Pero eso no es lo único que se puede ver. El pueblo conserva el trazado medieval de sus calles. El núcleo de la villa está formado por pequeñas y estrechas calles con fuerte pendiente, rodeadas por murallas muy bien conservadas. Destaca la iglesia parroquial de Sant Pere, edificio románico del siglo XI, con una planta basilical con tres naves y tres ábsides. También cabe destacar la lonja gótica.
Dónde comer
La gastronomía del municipio es una deliciosa fusión de productos del mar y la tierra. Los mariscos frescos y los pescados capturados en las cercanías del Mediterráneo son los protagonistas de los platos locales.
Sin embargo, también se pueden disfrutar de carnes, vegetales y legumbres de la región, que se combinan para crear sabores únicos y auténticos. Las tapas, los embutidos como la butifarra y los vinos locales complementan esta experiencia gastronómica inigualable.
Dónde ir
Pero más allá de sus atractivos propios, Ullastret se beneficia de su cercanía con otras poblaciones del interior del Empordà que bien merecen una visita. Estas son algunas de ellas.
-
Peratallada: fue declarado conjuntos histórico-artístico por ser uno de los núcleos de arquitectura medieval más importante y mejor conservado de Europa.
-
La Bisbal de L’Empordà: Se asienta sobre el llano de l’Empordà, adyacente al macizo de Las Gavarras y regado por el río Daró. Su nombre actual se debe a la cesión de la localidad al obispo de Girona durante el dominio carolingio.
-
Monells: en los últimos años es un destino bastante visitado por turistas, y por este motivo, muchas casas de la población han estado convertidas en segundas residencias, principalmente de los habitantes de Barcelona.
-
Pals: tiene un conjunto histórico muy antiguo formado por el castillo, la villa y las murallas. A pesar de que no hay vestigios de la época romana, su nombre evoca ese origen y Pals proviene del latín ‘Palus’, que significa lugar pantanoso.
-
L’Estartit: es una pequeña población de pescadores y su desarrollo ha ido muy ligado a la actividad marítima ya que su puerto ha permitido la salida por mar de productos como maíz, arroz, vino y aguardiente.
Cómo llegar
Para llegar a Ullastret desde Girona, se puede tomar la carretera GI-644, que conecta directamente con el pueblo en aproximadamente 30 minutos en coche. Desde Barcelona, la opción más conveniente es tomar la autopista AP-7 en dirección a Girona, luego seguir las indicaciones hacia Ullastret.
Alternativamente, se puede llegar en transporte público tomando un tren desde Barcelona hasta Girona y luego un autobús o taxi hasta Ullastret. Sin importar el medio de transporte, el viaje vale la pena para descubrir los tesoros ocultos de este antiguo pueblo catalán.