Esta antigua muralla romana de Cataluña es la más antigua fuera de Italia: Patrimonio de la Unesco
Estos muros, unos de los más importantes del imperio, empezaron siendo simples tablones de madera
26 mayo, 2024 17:00Noticias relacionadas
El imperio romano dejó un gran legado en Europa, eso es más que evidente. España no se escapa a ello, hasta el punto que tres de los emperadores romanos más importantes de la historia procedían de la Península: Trajano, Adriano y Marco Aurelio, al que cabe añadir una figura como Teodosio.
Esto es sólo que queda para los libros de historia, pero sus tradiciones, su arquitectura y su conocimiento ha quedado para siempre. Usamos palabras procedentes del latín, nuestras casas se basan sobre todo en el diseño de la domus romana y hasta los balnearios tiene una estructura similar.
Monumentos romanos
Cataluña todavía disfruta de parte de esa arquitectura. El arco de Barà, la Via Augusto, los diversos templos romanos, la ciudad de Empúries entera, el anfiteatro y teatro de Tarragona… La lista sería interminable. Pero esta vez, queremos centrarnos en una construcción particular.
A pesar de que Barcelona es ahora la capital de Cataluña, en su día, el puerto principal romano era el de Tarraco. Era la mayor ciudad del norte de Hispania y eso se nota en sus construcciones. Una de ellas es la muralla.
Un lugar importante
Frente al Mediterráneo, estos muros recorren toda la ciudad. Todavía se conserva buena parte de ella, pero si uno lo piensa no es difícil. La de Tarraco fue y es la muralla más importante para el Imperio romano. Y también de las más grandes.
Lo mejor de todo es que, a día de hoy se conserva buena parte de la construcción original de la muralla. El diseño de la nueva ciudad se ha adaptado a la existencia y descubrimiento de estos muros que explican, en buena medida, cómo somos y de dónde venimos.
La muralla más antigua
Pero más allá de eso, si por algo destacan estas paredes es porque ostentan el título de conformar la muralla romana más antigua fuera de Italia. Una prueba más de la importancia de Tarraco.
Era el siglo III a. C. cuando el imperio llegó a estas tierras. A modo provisional construyeron un fuerte de madera, que rápidamente quedó para la historia. Poco a poco, Roma vio el potencial de la ciudad y un siglo después decidió fortificar la ciudad como era necesario. 3.500 metros de muralla protegían la villa de la cual se conservan aún 1.000 metros que resisten, como la Tarraco romana, desde el siglo II a. C.
Inscripciones y esculturas milenarias
Los visitantes de Tarragona todavía pueden ver su espectacular esplendor cuando pasean por la ciudad. La parte que más fascina por su imponencia es la que ve desde el llamado Paseo Arqueológico.
Desde este camino ajardinado, se puede contemplar los enormes bloques megalíticos, con sus seis poternas y torres defensivas, que todavía a día de hoy protegen la ciudad. De todos los torreones destaca especialmente una, la torre de Minerva, que no sólo conserva la inscripción romana más antigua de la península Ibérica, sino también una escultura propia de la época que presume del mismo título.
Otros rincones romanos
Pero, como bien sabe el buen conocedor de Tarragona esta muralla, que es Patrimonio de la Unesco y tiene hasta canción propia, no es el único rincón romano de la ciudad. El anfiteatro donde todavía se hacen representaciones y el circo, que luce monumental muy cerca del Mediterráneo y conquista a sus visitantes. Eso sin contar con el famoso puente del Diablo que, lejos de ser construido en una noche por Belcebú, fue construido por decenas de ciudadanos para hacer llegar el agua a las villas asentadas cerca de la localidad.
Por todo esto y mucho más, Tarragona es una ciudad que merece la pena ser visitada. Su gente, su ubicación privilegiada y su historia se fusionan con la modernidad de la ciudad universitaria y portuaria en la que se ha convertido. Una ciudad que luce tan majestuosa como su muralla y que está a una hora de Barcelona tanto en tren como en coche.
La visita más secreta de la Tarraco romana
Además de todo lo dicho, vale la pena pasarse por el Museo Arqueológico Nacional, que tiene expuestas sus piezas más destacadas de la colección de época romana en el Tinglado 4 del Moll de Costa, en el puerto.
Estas son : la muñeca de marfil, el mosaico de Medusa y un vaso monumental con las cabezas de Baco joven y adulto.