La muralla mejor conservada de Cataluña está en este pueblo de Lleida: destacada por National Geographic

Cataluña, territorio de historia y encanto medieval, alberga pueblos que son verdaderos tesoros del pasado. Algunos de ellos nos permiten viajar a una época que ya no existe. Desde las imponentes murallas hasta las estrechas calles empedradas, cada rincón de esta zona evoca la esencia de la época medieval.

Con sus castillos majestuosos, iglesias románicas y plazas pintorescas, Cataluña cautiva a todo aquel que la visita, sea de la propia zona o el resto de España, con su atmósfera única y su patrimonio histórico bien conservado. Los pueblos catalanes son verdaderos testigos del paso del tiempo, conservando tradiciones ancestrales y arquitectura centenaria que hablan muy bien de la riqueza cultural y arquitectónica. 

Así es el pueblo de Montfalcó Murallat, en Lleida Archivo

En la provincia de Lleida, uno de los destinos que destaca por su esencia medieval es Montfalcó Murallat. Ubicado en un entorno natural impresionante, este encantador pueblo conserva su estructura original y ofrece a los visitantes una experiencia auténtica del pasado medieval catalán.

Así es la muralla mejor conservada de Cataluña

Este rincón de Lleida encuentra sus orígenes en la Reconquista y en concreto en el siglo XI. Pero lo cierto es que su estado de conservación ha sido uno de los puntos fuertes para que la muralla se mantenga intacta.

Para acceder a Montfalcó Murallat hay que hacerlo por el Portal Villa Closa, el único acceso que permite la entrada a este pueblo, destacado por sus calles empedradas y porticadas. Dentro, encontramos un total de 15 viviendas que aprovechan los muros de la muralla como pared trasera.

Qué hacer y qué ver en Montfalcó Murallat 

El pueblo de Lleida tiene unas murallas que rodean la población y se mantienen intactas y en pie, sin ninguna estructura construida más allá de sus límites.

El acceso al interior se realiza a través del Portal Villa Closa, la única puerta de entrada al recinto, situada en el lado sur. Este portal está compuesto por una doble puerta de arcos adovelados. Una vez dentro, uno puede pasear por las calles porticadas, que evocan un viaje al pasado medieval.

Con el tiempo, se erigieron unas 15 casas robustas y adosadas alrededor de la muralla, aprovechándola como pared trasera. El portal conduce a una plaza única donde se encuentra la cisterna que, hasta hoy, sigue almacenando agua para la población. Desde allí, se desprenden dos calles: una que lleva a la iglesia y otra que recorre el interior de la muralla.

En esta última, en el sector occidental, se sitúa el antiguo horno comunal, cubierto por una bóveda, donde se elaboraba el pan amasando la harina. La iglesia de San Pedro de Montfalcó, una estructura románica primitiva, combina varios estilos arquitectónicos y ofrece vistas panorámicas de la zona.

Originalmente construida aprovechando una torre circular de defensa para su ábside, la iglesia ha experimentado reformas y reconstrucciones a lo largo de los años.

La transformación más significativa tuvo lugar entre los siglos XVII y XVIII, adoptando un estilo gótico con la construcción de la torre del campanario, para luego actualizarse con elementos renacentistas. Del templo románico original, solo el ábside y la puerta de entrada han perdurado en la iglesia actual.

Cómo llegar a Montfalcó Murallat 

Este rincón de Cataluña se encuentra relativamente cerca de Tàrrega, a poco más de una hora de Barcelona en transporte privado: 1 hora y 16 minutos en un total de 101 kilómetros si vienes desde la capital catalana. Deberás tomar la A-2 y luego desviarte por la N-141f en dirección a Cervera y más tarde coger la LV-1003.

Si vienes desde Lleida, deberás tomar también la A-2 en un trayecto que asciende hasta los casi 70 kilómetros y algo más de 45 minutos, mientras que si lo haces desde Tarragona son 87 kilómetros y algo más de una hora por la A-27 y la C-14. Desde Girona deberás acceder a la C-25 en un total de casi dos horas y 166 kilómetros.