Elaborado con la colaboración de
El medio ambiente como proyecto empresarial
Unilever obtiene resultados tangibles en sostenibilidad tras incorporar el cuidado del planeta a sus objetivos estratégicos
9 enero, 2018 00:00El presente y el futuro de las empresas pasa por la capacidad de producir a favor del planeta. La concienciación del desafío medioambiental y las repercusiones de la producción industrial han impulsado a empresas a poner en marcha proyectos de sostenibilidad.
Una de ellas es la multinacional Unilever. Tal y como explica Ana Palencia, directora de comunicación y del comité de sostenibilidad de la compañía en España, “desde la llegada de Paul Polman a la dirección global de la empresa en 2010, el medio ambiente se ha convertido en una cuestión primordial”.
“Se produjo un cambio de visión en la compañía. Uno de los principales retos era doblar la facturación de 40.000 millones anuales a 80.000, pero con otros objetivos paralelos”. El nuevo proyecto “debía reducir el impacto medioambiental y ejercer una responsabilidad sobre el planeta y la sociedad”.
Comité de Sostenibilidad
Para ello, Unilever decidió crear el primer comité de sostenibilidad de la empresa con un objetivo claro: “Hacer el bien, haciéndolo bien”, explica Palencia. Este comité divide sus proyectos en tres grandes bloques; salud y bienestar, medio ambiente y calidad de vida e influye en todos los aspectos de la vida cotidiana de las personas.
Está integrado por miembros de todos los departamentos de la compañía que idean los proyectos y las medidas para no perjudicar a la naturaleza.
Knorr y la agricultura sostenible
Una de las marcas del grupo que más éxito ha tenido en este proyecto ha sido Knorr. Las hortalizas y verduras que utiliza para sus productos se cultivan, en su mayoría, en Extremadura y siguen un código de agricultura sostenible. La producción se desarrolla con un control exhaustivo del gasto de agua y, además, se mantiene la biodiversidad de la zona, evitando el uso de pesticidas y fertilizantes.
“En siete años, hemos conseguido rebajar el consumo de agua gracias a iniciativas para reducir, reutilizar y reciclar el agua de todas nuestras fábricas”, dice Palencia. Y añade: “El consumo se estima en un 37% inferior al inicial, y en tres años la extracción de agua será inferior a los niveles de hace una década, pese a tener un volumen de producción más alto que entonces”.
Frigo y el empleo juvenil
Otro de los proyectos de éxito es el de Frigo. El proyecto se ideó en España y se ha exportado internacionalmente. Se trata de fomentar el empleo juvenil “dando responsabilidades a los más jóvenes”. “Está destinado tanto a personas con estudios universitarios como aquellas en riesgo de exclusión social; lo que prevalece es la voluntad de dar un primer empleo” señala.
Unilever ofrece cursos de formación: “Enseñamos técnicas de marketing y ventas, cómo manipular alimentos y sobre todo les damos algo que valoran”. El proyecto se basa en la venta de helados en las playas y ya se han creado más de 1.200 puestos de trabajo en tres años, aunque “esperamos llegar a 3.000 empleos en España en 2020, y 100.000 a escala mundial”, sentencia Palencia.
Una foto de archivo de Frigo de dos jóvenes vendiendo helados / FRIGO
Además, estas iniciativas han fomentado otros proyectos paralelos en las administraciones públicas. “El proyecto ‘playas limpias’ ha conseguido limpiar más de 70 playas de las costas españolas y recoger más de seis millones de colillas”.
Compromiso global
De las 40 marcas internacionales bajo el paraguas de Unilever, 18 ya cuentan con proyectos específicos para promover y fortalecer las buenas prácticas. Los más destacados son Dove, con sus campañas de autoestima; Skip, con la idea “ensuciarse es bueno” para impulsar el aprendizaje de los niños al aire libre y Flora, con la prevención en torno a la salud cardiovascular y el colesterol. Aun así, Palencia asegura que “nuestro objetivo como empresa es que en varios años cada marca singular se autodefina por un proyecto social, sea cual sea el bloque al que pertenezca”.
Según los datos extraídos en estos últimos años, “en 2020 habremos ayudado a más de 1.000 millones de personas a mejorar sus hábitos en salud y bienestar”. Además, se prevé una reducción del 50% del impacto medioambiental provocado por la fabricación de productos y una mejora en la calidad de vida de cientos de miles de personas.