3 errores al hacer 'pa amb tomàquet' que fuera de Cataluña todos cometen: a los catalanes les irrita
Una tapa sencilla de hacer y fácil de digerir que llena de ilusión a todo aquel que visita tierras catalanas
28 mayo, 2024 20:00Noticias relacionadas
El pa amb tomàquet es uno de los alimentos más sencillos y emblemáticos de la gastronomía catalana. Esta deliciosa y sencilla preparación, también conocida como "pan con tomate", ha conquistado paladares no solo en Cataluña sino en toda España y más allá, convirtiéndose en un símbolo de la cocina mediterránea.
El origen de esta tapa se remonta a la tradición campesina catalana. Se dice que surgió como una forma de aprovechar el pan duro, dándole una nueva vida al restregarlo con tomate fresco y añadirle un poco de aceite de oliva y de sal. Esta práctica se popularizó rápidamente debido a su simplicidad y al uso de ingredientes básicos y accesibles.
3 errores al hacer pa amb tomàquet
Es muy sencillo hacer esta tapa en casa, pero no todo el mundo lo hace bien. Te desvelamos tres errores garrafales, que seguro no sabías.
Poner la sal después del aceite: Cuando tenemos las dos caras del pan bien cubiertas por el tomate y llega el momento de untarlas con aceite y añadir un punto de sal -si nos parece necesario-, hemos de tener cuidado con el procedimiento a seguir.
Si elegimos ponerle sal al pan, es importante no hacerlo después del aceite, porque si lo ponemos antes, este formará una capa aislante que dificultará que la sal llegue al pan. Incluso el aceite puede llegar a desplazar la sal hacia el plato.
Elegir tomates con poca carne: El tomate que necesitamos ha de ser jugoso, carnoso y bien rojo, además de estar en un momento de maduración óptimo. Nunca verde ni demasiado pasado. Aunque la variedad que elijamos sea muy rica, si el interior tiene demasiados huecos y la carne no está bien apretada, será un tomate más apropiado para tomarlo en ensalada o hacerlo relleno que para frotarlo en el pan.
En verano, en plena temporada de tomate, encontramos muchos tipos que cumplen estas condiciones. Incluso los hay jugosos de invernadero en invierno, aunque antiguamente no era tan fácil hacer un buen pan con tomate en Navidad. Por eso en verano cuando había de sobras, los tomates de colgar -tomacó-, se dejaban en las fresqueras colgando hasta que se iban pacificando, secando, perdiendo el agua y concentrándose.
Hay un truco que dice que si envuelves en un trapo limpio los tomates cortados por la mitad y los cuelgas en la nevera durante una noche adquieren un buen dulzor. Es importante no pelarlos.
Tipo de miga poco densa: El pan es uno de los elementos más importantes para hacer un buen pan con tomate. Si se puede, hay que elegir uno de harina de trigo, hecho en horno de leña y que no esté excesivamente tostado porque la costra podría saltar o acentuar un gusto un poco amargo.
El pan no ha de ser recién salido del horno porque el calor puede hacer que nos cueste más cortarlo. Tranquilos, que tampoco hay que despreciar el pan rústico, el de vidrio o la coca de pan.
Es preferible que las rebanadas tengan 1,3 cm de grosor y estén cortadas de forma regular. Se hace alusión, en este caso, al pan de payés para hacerlo de esta forma, ya que tiene una miga densa que aguanta bien todos los ingredientes.