Albert Batet y Míriam Nogueras en una imagen de archivo

Albert Batet y Míriam Nogueras en una imagen de archivo

Política

Junts se descuelga de la agenda política catalana y lo fía todo a atornillar a Sánchez

Los neoconvergentes pierden peso en las decisiones políticas del Parlament mientras aprietan en el Congreso para erigirse como una suerte de 'Govern en la sombra'

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Desde que en las elecciones del 12 de mayo de 2024 cayó en la oposición, Junts per Catalunya se ha convertido en un partido irrelevante en la agenda política del Parlament. Ya ni intenta influenciar en el debate público que rodea a la Cámara catalana, donde ganan peso las decisiones del bloque progresista.

Así se demostró en la sesión de control de ayer, en la que el Parlament sacó adelante la prórroga presupuestaria con los votos a favor de PSC, ERC y Comuns. También se aprobó la supresión de los beneficios fiscales al proyecto Hard Rock de Tarragona. 

Agresividad en Madrid y 'pasotismo' en Barcelona

En ambos casos, los dos grandes temas políticos del día en Cataluña, Junts mantuvo un perfil bajo y votó lo contrario que el PSC, con la mortecina oratoria de su presidente en la Cámara, Albert Batet.

La tibieza del partido de Carles Puigdemont en el Parlament contrasta con su agresividad en Madrid, donde atornillan al Ejecutivo de Pedro Sánchez gracias a sus siete diputados, comandados por Míriam Nogueras.

El organigrama juntaire -con Nogueras y Turull como voz, ojos y oídos de Puigdemont en Cataluña- quiere ser percibido como un gobierno en la sombra gracias a sus pactos en Madrid. Lo hace con un complejo engranaje: ignorar a Illa y asignarse como propia cada decisión política en Madrid y en Barcelona que ellos consideren que beneficie a Cataluña.

Con este movimiento también marca distancia con ERC, hasta considerarse a sí mismo como el único partido de la oposición "de obediencia catalana", mientras Esquerra acepta mansamente los acuerdos con Sánchez e Illa.

La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, durante su intervención en el Congreso

La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, durante su intervención en el Congreso EFE

Lo cierto es que ayer miércoles, mientras Junts pasaba desapercibido en el Parlament, arrancaba subrepticiamente la futura emisión de La 2 en Cataluña íntegramente en catalán y lograba que Sánchez aceptara debatir una cuestión de confianza.

Todo ello, un día después de que el presidente del Gobierno cediera ante Puigdemont para trocear el decreto ómnibus al antojo de los neoconvergentes.

Repsol se vuelca en Cataluña tras la caída del 'impuestazo'

Es la misma política que le ha llevado a tumbar el impuestazo a las energéticas porque ponía en peligro una inversión de Repsol en el polo petroquímico de Tarragona

Ayer, la energética aprobó finalmente un desembolso histórico en Cataluña, que generará 2.800 empleos y permitirá la producción de metanol renovable a partir de residuos urbanos. Evidentemente, Junts no ha tardado en anotarse el tanto.

Ve a la ultraderecha por el rabillo del ojo

Pero el tacticismo de Junts se ve amenazado por la irrupción de Aliança Catalana, que ha empezado a calar en el independentismo más irredento. Cada acercamiento de Junts al autonomismo apuntala un poco más a la formación orriolista.

Por ello, Junts quiere que la inmigración sea su siguiente carta. Puigdemont ya negocia el traspaso de las competencias en esta materia a cambio de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), lo que le permitiría marcar distancia con Orriols.