La Guía Michelin ha viajado por primera vez en su historia hasta México para hacer lo que mejor se le da mejor: destacar aquellos restaurantes en los que, según sus parámetros, se come mejor. Con este criterio, empiezan a repartir sus prestigiosas estrellas.
Resulta curioso que no hayan dado el paso hasta 2024, cuando han valorado la comida mexicana que ofrecen otros restaurantes del resto del mundo. Aquí en Cataluña, por eso, solo hay un local que puede decir que ha sido reconocido.
Un pasado estrellado
La comunidad autónoma, al menos, puede decir que tiene un restaurante con comida mexicana entre los mejores. Y, además, no es un restaurante cualquiera. Tras sus fogones se encuentra un aventajado discípulo del legendario y multiestrallado Albert Adrià.
Formado y criado también en las cocinas de ElBulli, Paco Méndez logró hacerse un hueco en el mundo de la gastronomía junto al hermano de Ferran Adrià. La alianza catalano-mexicana tuvo un nombre propio, Hoja Santa, el primer restaurante mexicano de Cataluña que se hizo con una estrella Michelin.
Aventura en solitario
A pesar de su éxito, el local cerró, pero el mexicano no cesó y abrió un nuevo restaurante. Esta vez, en solitario. El resultado ha sido reconocido una vez más. El COME, acrónimo de Comida Mexicana, es ya todo un fenómeno. Un nombre propio en el mundo de la gastronomía que también ha sido galardonado con una estrella Michelin siendo el único restaurante mexicano en tener este reconocimiento en Cataluña.
Pero que nadie espere unos tacos, unas enchiladas o unos nachos. Sí hay una nube de tequila, el totopo más fino del mundo o la infladita de cochinita pibil. Todo ello cargado de la rica herencia de la cocina mexicana con la sofisticación de la alta cocina europea.
Dónde está
Con estas credenciales y un excelente servicio, este establecimiento se erige como un santuario para los amantes de la gastronomía, ofreciendo una experiencia culinaria única que celebra la diversidad de sabores y tradiciones. Todo esto en una zona alejada de turistas, una vía peatonal que es un oasis en plena Barcelona, la Avenida Mistral.
Allí, en la calle que une plaza España con el renovado barrio de Sant Antoni es donde Méndez ha construido su templo gastronómico. Un restaurante que, desde su nacimiento, no ha dejado de evolucionar, manteniendo la esencia intacta.
Qué se COME
COME se ha convertido en un lugar donde la cocina mexicana se sale de la norma. Desde unos tacos de berenjena hasta nogada y unos pimientos del padrón hasta clásicos bañados en guacamole y moles de olla, cada plato es una obra maestra que combina sabores auténticos con presentaciones de alto nivel.
Méndez ofrece una carta que varía de forma frecuente, pero que ofrece siempre una amplia variedad de platos para que los comensales puedan disfrutar de tres o cuatro platillos de maravillas de carácter mexicano.
Cómo es
A ello se le une una bodega cargada de perlas enológicas que maridan con su cocina fusión para embarcar al comensal en un viaje que le lleva al México más auténtico sin olvidar este toque Mediterráneo.
En cualquier caso, el COME trasciende las etiquetas convencionales para ofrecer una auténtica experiencia de alta cocina, refinando cada detalle, desde la presentación de los platos hasta la selección de ingredientes, elevando la gastronomía mexicana a nuevas alturas de excelencia.
La versión 'low cost': cuánto cuesta
Aun así, Méndez se ha abierto a la comida más popular. No lo ha hecho en la Avenida Mistral sino un poco más abajo, en la calle Tamarit esquina con Entença. Allí, hace unos meses, abrió Taco Méndez, la versión asequible y más texmex del cocinero estrellado.
Su precio evidencia de lo que estamos hablando. Si el menú del COME asciende a 95 euros, el ticket medio del Taco Méndez ronda los 25€. Allí sí que se vende el producto mexicano for export que ofrece burritos y tacos, pero con ingredientes de calidad y sin perder su esencia. Tanto es así, que el local se encuentra en el mismo sitio donde antes su compañero y amigo Albert Adrià tuvo su Bodega 1900. Porque lo importante es no olvidar de donde uno viene y Paco Méndez no lo hace. Su premiada cocina lo demuestra.