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Toni Comín vuelve a estar bajo sospecha por su gestión como vicepresidente del Consell de la República. El colaborador de Carles Puigdemont pudo haber incurrido en "irregularidades" en los gastos de esta entidad creada por el prófugo por un montante total de 15.530 euros.
Así lo revela el auditor del Consell a raíz de un informe firmado por Miquel Verdaguer, de Senior Auditing, en el cual se cuestionan dispendios relacionados con el alquiler de un apartamento y un vehículo en Bélgica. Además, Verdaguer también habla de problemas en pagos de multas de tráfico y retiradas de efectivo.
No es la primera vez que la labor de Comín se ve envuelta en la polémica como dirigente de esta entidad financiada por aportaciones de simpatizantes de la causa secesionista. El a su vez eurodiputado de Junts ya recibió fuertes críticas el año pasado, cuando una treintena de sus compañeros de los órganos de dirección del Consell denunciaron en una carta su presunta deriva autoritaria.