Joan Ignasi Elena, consejero catalán de Interior, en el Parlament
Joan Ignasi Elena
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La Guardia Urbana de Barcelona (GUB) y los Mossos d'Esquadra protagonizan una nueva gresca policial en la capital catalana. Tras el rifirrafe por la lucha contra los narcopisos, después de que la policía catalana intentara colgarse una medalla al hacerse con las investigaciones de delitos de salud pública, ahora es la gestión de la seguridad ciudadana la que ha provocado un nuevo encontronazo entre ambos cuerpos.
Según la GUB, los Mossos d'Esquadra los han bloqueado en el Centro de Coordinación (CECOR), de forma que sólo les derivan algunas de las incidencias que suceden en la capital catalana. Ya lo dice el refrán: quien parte y reparte se queda con la mejor parte.
Así las cosas, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, dejará un lío nada menor a su sucesor en el cargo. Es de obligación de las cúpulas políticas estrechar de nuevo los lazos entre ambos cuerpos, pues la ciudadanía ha legado en las policías el ejercicio de la violencia, una de las claves de los sistemas democráticos. La seguridad ciudadana debe ser la prioridad máxima de los cuerpos, y sólo con la colaboración entre ellos está garantizada en los estándares más altos.
