Marta Ortega

Bajo el liderazgo de Marta Ortega, el imperio textil fundado por su padre, el magnate Amancio Ortega, tiene el desafío de quitarse el sambenito de fast fashion. En los tiempos que corren, no es plato de buen gusto ser identificado con una de las industrias menos sostenibles del planeta desde el punto de vista social y de la contaminación.

Nadie compra en Zara por su estrategia de sostenibilidad, sino por sus diseños elegantes a un precio competitivo. Tampoco le ha hecho falta ser un referente verde para anotarse un récord de beneficios, aunque probablemente la firma desea posicionarse como una organización respetuosa con el medioambiente ante el auge de alternativas al fast fashion como las marcas ecológicas o, precisamente, de segunda mano.

Esta nueva línea de negocio planteaba a Zara desafíos logísticos y de mercado, y es que el compromiso medioambiental no es tan alto entre la ciudadanía española como la británica. Ha costado, pero finalmente el buque insignia de Inditex entra en un nicho competitivo y con precios ajustados como es el de la ropa usada.