Andrea Enria
Desde la pasada crisis financiera, el BCE ha sido particularmente estricto con los requisitos de capital exigidos a la banca con el fin de evitar que una situación similar sorprenda la sistema en las condiciones de debilidad que padecían las entidades en aquel momento y que las convirtió en parte del problema. Desde entonces, la labor del consejo de supervisión que preside Andrea Enria ha sido loable, pero sería de desear que oportunidades como la del año pasado, muy propicias para los bancos gracias al incremento de márgenes por la subida de los tipos, se aprovecharan para llevar a cabo esos ajustes con vistas a un año 2023 que ya comenzaba a vislumbrarse complicado con los primeros indicios de que la guerra en Ucrania iría para largo.