Francesc Rubiralta
Tras un largo e intenso proceso de negociaciones, Celsa ha logrado un ansiado rescate público que inyectará 550 millones de euros a sus maltrechas finanzas, que terminaron por sucumbir con la crisis del coronavirus. Con todo, la compañía que preside Francesc Rubiralta no debería considerar este objetivo como una meta alcanzada sino, más bien, como un punto de partida para diseñar una hoja de ruta clara, sostenible y firme con vistas al futuro, un plan de negocio adaptado a los tiempos y con la suficiente capacidad de resiliencia para evitar que esta situación vuelva a producirse.
Tener que recurrir a una ayuda de las arcas del Estado es una fórmula que se ha demostrado posible para resolver la situación de la acerera, con todas las críticas posibles. Ahora toca dar carpetazo a las dudas que existen sobre la gestión.