Mireia Ingla
Que una población declare a un personaje ‘non grato’ en pleno siglo XXI es puro postureo. Más, cuando este personaje es el juez instructor de la causa sobre la organización del 1-O y la declaración simbólica de independencia de 2017, Pablo Llarena. JxCat lo ha propuesto ahora en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), cuando los encausados ya han recibido hasta el indulto. Se trata de un movimiento con más visos electoralistas que otra cosa. El objetivo de erosionar al partido que está en la alcaldía de la población, ERC, con un aspaviento para demostrar la pureza de la defensa del independentismo de los neoconvergentes.
Es de agradecer que la alcaldesa del municipio, la republicana Mireia Ingla, no cayese en la provocación. Sí que lo hizo uno de sus socios de legislatura en esta población de la corona metropolitana, la CUP. El tercer partido en el baile de siglas que se reparte la gobernanza en el Ejecutivo, el PSC, tampoco participó en la pulla entre las fuerzas secesionistas.