Gabriel Rufián
El diputado de ERC en el Congreso representa lo más negativo de la política catalana en estos momentos. Por eso desconcierta que el abogado defensor de Oriol Junqueras lo haya reclamado como testigo en el juicio se sigue en el Tribunal Supremo, pero sorprende no por las ideas que pueda tener Gabriel Rufián, sino porque representa la antipolítica, el fake elevado al cubo. Es el hombre de las 155 monedas que luego ha negado en público el sentido evidente de ese tuit en la madrugada de autos. Ayer mismo confirmó su papel destructor en la comparecencia ante los magistrados, y no por lo que dijo, tan hueco como de costumbre. El gesto de maltratar a uno de los acusados negándole el saludo dice mucho más de él y de su calidad humana que todos los discursos que pueda lanzar en los 280 caracteres, su máxima contribución a la política hasta la fecha.