El estafador 'indepe' al que la SEPI salvó
La estafa del presidente del grupo Serhs, Jordi Bagó, a Novo Banco es un claro ejemplo de lo que no debe hacer un empresario. Acciones como esta son las que dan alas a quienes arremeten contra todos los emprendedores sin matices. Al menos, en este caso, la justicia ha puesto al granuja en su sitio y le ha condenado a un año de cárcel y a una multa.
Bagó --junto a otro directivo del grupo hostelero-- ocultó al banco la delicada situación financiera de la empresa para lograr que la entidad les ampliara y renovara la póliza de crédito. De hecho, Serhs no dijo ni pío de que, en un proceso de reordenación de la deuda, pactó la devolución preferente y anticipada de los préstamos de los firmantes en detrimento del resto de acreedores, entre ellos el denunciante.
Pero si triquiñuelas como esa son reprobables de por sí, más lamentable es todavía que personajes de esta calaña acudan a la SEPI a pedir árnica. Y es que el grupo Sehrs solicitó a comienzos del año pasado una ayuda de 38 millones de euros a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales para sobrevivir. Es decir, un flotador sufragado por todos los ciudadanos. Tal vez, entre las condiciones para acceder a fondos públicos, debería incluirse la exigencia de un comportamiento mínimamente digno.
Aunque también tiene guasa que un grupo dirigido por los Bagó, conocidos por su fervor independentista, acuda al Estado para salvarse de la quiebra. Y es que, en cuestiones de dinero, parece que no hay patriotismo que valga.