Cruzada del Círculo del Liceo contra el ocaso de la corbata
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El uso de corbata por parte de los caballeros está en claro declive. Las costumbres y los modales evolucionan. Cada vez son menos quienes la utilizan, por diversos motivos. Tampoco ayuda el tórrido verano, que convierte dicho complemento en una especie de dogal para quienes lo emplean. Estos días costaba dios y ayuda encontrar a algún ciudadano paseando por el infierno barcelonés con semejante atuendo colgado del cuello.
Sin embargo, algunas entidades e instituciones se resisten a desechar la pieza. Es el caso del añejo club social Círculo del Liceo. Esta veterana institución, ubicada en el Gran Teatro del Liceu, ha enviado una carta a sus socios en pleno agosto para informar de los próximos acontecimientos convocados. La dirección aprovecha para recordar a sus miembros las normas de etiqueta: “Es obligatorio el uso de corbata y chaqueta en todas las dependencias, todos los días de la semana”. Asimismo les advierte de que “no se permiten los zapatos deportivos ni pantalones tejanos o similares”.
Lo cierto es que dicho precepto no es una novedad, pues ha regido desde los tiempos fundacionales en 1847. Ocurre que de un tiempo a esta parte algunos socios o invitados de estos acudían a las dependencias sin el corbatín correspondiente o vestidos de forma inapropiada. Y la dirección no ha tenido otro remedio que recordarles el reglamento vigente.
El elitista Círculo del Liceo es el club privado más antiguo de España y reducto de la alta burguesía barcelonesa. Cuenta con un millar de afiliados. La mayoría de ellos son consumados melómanos y revisten la particularidad de que acumulan una edad media muy avanzada.